Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

miércoles, 18 de abril de 2012

Garganta de la Hoz. Villanueva de la Vera (La Vera)



Para nuestra segunda jornada en tierras extremeñas, teníamos pensado desplazarnos a la comarca de la Vera para descender alguno de los barrancos de la zona. El plan era realizar un par de descensos más, pero no a todo el mundo le apetecía madrugar, así que hicimos dos grupos. El primero, compuesto por Mónica, Alicia, Chus, Fonso, David y yo, saldríamos por la mañana temprano para descender la Garganta de la Hoz, el barranco más largo de la jornada, y  el resto de compañeros se uniría a nosotros por la tarde para realizar el segundo descenso.
Después de desayunar, nos montamos en nuestra furgoneta y cogemos dirección  Madrigal de la Vera. El tiempo en Jerte es malo, amenazando lluvia, pero decidimos cambiar de valle para ver si el tiempo cambiaba. Y de hecho cambió, pero a peor. Durante la aproximación en coche el cielo se volvió completamente negro, cayéndonos unos chaparrones que por momentos hizo que nos planteásemos hacer algo ese día. Pero es que a los pocos kilómetros la lluvia cesaba y nos daba esperanzas. Durante el camino vemos grandes naves con las paredes agujereadas que se utilizan en esta comarca para el secado de los pimientos, del que luego sale el afamado pimentón de la Vera.
Cuando llegamos a Madrigal preguntamos a un señor por donde se encuentra la zona de baño del Recuéncano, lugar hacia donde debemos de ir. Nos muestra el camino, pero nos dice que es complicado el acceso y que vayamos preguntando de vez en cuando. Y así lo hacemos, preguntamos más adelante a otro señor que pasea con su perro y este nos indica que  debemos seguir hasta encontrarnos con "Chus el cabrero".
Hay multitud de pistas y desvíos, y cuando creemos que estamos perdidos vemos un coche que circula delante de nosotros. Como si de una  persecución cinematográfica se tratara emprendemos su caza, hasta ponernos detrás de él y casi casi echarle de la carretera, hasta que los dos señores que viajaban en él se percataron de que les queríamos preguntar algo. Muy amablemente pararon la furgoneta y nos mostraron en la lejanía la Garganta y hasta donde debíamos de llegar. Cuando llegamos a la cabaña que nos han señalado, preguntamos si esas son las casas del Alcornocal (lugar donde tenemos que dejar el coche), respondiéndonos afirmativamente el que nosotros creemos que es Chus el cabrero. Mantenemos una conversación con él, explicándole que somos de Cantabria y que les hemos traído la lluvia, a lo que nos responde con un buen acento extremeño:  "Antes podíais haber venido, que hace mucha falta el agua. Lleva cuatro meses sin llover". Gentilmente nos muestra el camino que debemos de seguir. Seguimos con el coche un poco mas adelante y aparcamos al lado de unos paneles solares. Nos cambiamos y empezamos la aproximación a pie.


Nos adentramos en un bosque de robles, y después de algún despiste y tener que preguntar a otro vecino damos con el camino bueno. Cogemos un sendero ascendente que al principio va al lado de una acequia de riego, para luego ganar altura rapidamente entre la maleza. Mas adelante el sendero se vuelve más cómodo y atravesamos una portilla antes de cruzar el arroyo del Molinillo. Subimos la empinada cuesta que tenemos delante, siguiendo los hitos y quedando el valle de la Hoz a nuestra izquierda. Más tarde nos adentramos en un denso bosque mediterráneo, en el que tenemos algún despiste y nos desorientamos entre la intensa niebla que nos acompaña durante toda la subida. Por fin después de casi dos horas de aproximación logramos bajar al cauce del río, aunque no sabemos muy bien si en el comienzo del barranco o un poco mas abajo. De todas maneras, nos cambiamos para comenzar con el descenso en ese lugar.


La Garganta de la Hoz nace de la unión de distintos arroyos, algunos de los cuales nacen cerca de 2000 metros de altitud, el arroyo de la Lucia y del Gargantón. Se unen estos dos arroyos para encontrarse mas abajo con los de Malezas y Vivillas, ya en la cota de 1150 metros, punto a partir del cual empieza a denominarse Garganta de la Hoz. Recoge una cuenca muy amplia y aporta un gran caudal a la de Minchones. Es una garganta que discurre por una zona muy encajonada, siguiendo una fractura muy profunda que junto a la acción del agua han tallado una de las gargantas más espectaculares de la Vera, parte de la cual esta entallada entre paredes verticales de más de 30 metros de altura.
Comenzamos el descenso en una zona abierta con bastantes bloques que se salvan con destrepes y pequeños saltos. Al principio nos da pereza el hacerlos pero poco a poco nos vamos animando, incluso Mónica, que realiza aquí sus primeros saltos de importancia. Pronto la garganta se encajona y las pozas se hacen más profundas. El primer rápel que hacemos  es de unos 15 metros, muy tendido y termina en una gran badina.



Superado este rápel decidimos que ha llegado la hora de papear algo, así que nos ponemos manos a la obra, o mejor dicho, manos al embutido, chocolate y demás viandas.


A partir de aquí las posibilidades de escape se reducen mucho. Más adelante tenemos que montar otro rapel de unos 6 metros. Lo hacemos montando un pasamanos por la izquierda, pues la reunión de la derecha esta bastante expuesta para llegar a ella.


Continuamos nuestra marcha hasta llegar a una zona muy estrecha en donde encontramos el tercer rápel de unos 5 metros, sin dificultad y que nos deja en un lateral de la poza que tendremos que cruzar a nado posteriormente.


Muy cerca encontramos el cuarto y último rápel que montamos, de unos 8 metros de altura y cuyo final es volado.


Al terminar esta zona estrecha, la garganta se abre y se suceden pequeños toboganes y destrepes entre un gran caos de bloques, hasta llegar a la zona de baño del Recuéncano. Aquí nos encontramos con un espectacular y sencillo tobogán de unos 5 metros que repetimos más de una vez.


Se nos esta haciendo tarde y nos cuesta dejar el lugar. Además el sol hace apto de presencia, pero esta situación es muy efímera. Seguimos destrepando la amplia garganta entre  bloques  y algunos tienen la suerte de ver cabras montesas entre la vegetación de las orillas. Cuando vemos que las altas paredes de nuestra izquierda nos permiten la salida, lo hacemos. El descenso nos ha llevado casi 4 horas, en las que nos lo hemos pasado genial y hemos disfrutado de un entorno precioso. Justo a la salida del barranco a Ali le da un mareo, y es que dice que no le ha sentado muy bien la comida y el entrar luego a las frías aguas de la garganta. Cogemos un sendero que sale a una pista y  en apenas media hora estamos en las casas del Alcornocal. Ya tan solo nos queda a Fonso y a mi subir hasta donde hemos dejado la furgoneta para luego volver a recoger a nuestros compañeros.
Cuando llegamos donde ellos, vemos como en la dirección que debemos de tomar con el coche se esta poniendo el cielo completamente negro, llegando a ver como cae algún rayo. Mientras nos cambiamos ya empiezan a caer las primeras gotas, pero cuando nos dirigimos a  Madrigal de la Vera, en donde hemos quedado con el segundo grupo, nos cae una gran tormenta de granizo. Cuando llegamos al pueblo les encontramos tomando un café en una terraza, viendo la que esta cayendo. Con este tiempo, y como el primer barranco nos ha llevado más tiempo de lo que pensábamos, decidimos que lo mejor es ir de turismo e ir a visitar el  Monasterio de Yuste, que se encuentra cercano a la localidad de Cuacos de Yuste. En este monasterio fue a pasar sus últimos días Carlos V después de renunciar a su cargo.


Tras la visita, emprendemos el largo y tortuoso camino de vuelta en coche, que a mas de uno lo costo un buen mareo. Y es que escogemos la carretera que va por la sierra, atravesando los pueblos de Garganta la Olla y Piornal. Justo en este pueblo me toca hacer  un poco de Carlos Sainz, pues nos encontramos con la procesión de jueves santo, a la que superamos atajando por las callejas del pueblo, superándola por escasos metros bajo la atenta mirada de los feligreses. Pero al llegar a Cabezuela del Valle nos encontramos con otra procesión y esta vez no logramos esquivarla. Así que nos bajamos a tomar algo, coincidiendo con antiguos miembros del club y Carmen, que también se han acercado al Jerte para bajar cañones.
Acabado el atasco continuamos hasta el camping, en donde por fin poder darnos una ducha y hacer una buena y merecida cena.

       





6 comentarios:

  1. Por donde anda Chus?, si el cabrero!!!

    ResponderEliminar
  2. Hola bonitas fotos,este barranco tengo pensado hacerlo en breve si fueras tan amable de darme alguna informacion mas sobre la aproximacion te lo agradeceria. saludos y enhora buena por la actividad.

    ResponderEliminar
  3. Gracias. Mira en el siguiente enlace de Barranquismo.net. Es la información de la que disponíamos nosotros y que les pase a ellos.
    http://www.barranquismo.net/paginas/barrancos1/gargantas_de_la_vera.pdf
    Espero que te sirva para no perderte. Saludos y buen descenso.

    ResponderEliminar
  4. Ok muchas gracias por la informacion.saludos.

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  6. Buena descripción de vuestra experiencia aunque quisiera hacer alguna aclaración. Los edificios con agujeros en las paredes son secaderos de tabaco negro y la Graganta de la Hoz no está en Madrigal de la Vera. Esta discurre íntegramente por término de Villanueva de la Vera. Para acceder y no dar tantas vueltas con riesgo de perderse es mejor acceder desde la carretera de la Vera a la altura de la Garganta de Minchones por su margen izquierda.

    ResponderEliminar