Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

viernes, 30 de enero de 2015

Raquetada Collados del Asón. Brenavinto - Brenarromán - Brenalengua


Domingo 25 de enero, primera cita del calendario de montaña de este año. Nos dirigimos hacia los Collados del Asón para realizar (si la nieve lo permitía) una raquetada. Poco a poco la gente iba apareciendo en el aparcamiento de los Collados del Asón, y después de preparar el material comenzamos la marcha bajo un cielo bastante gris que nos acompaño durante toda la jornada.


Avanzamos por la pista ganadera que gana lentamente altura hasta el Alto de la Posadía, decidiendo colocarnos las raquetas a mitad de este recorrido, pues la nieve ya era abundante.


Atravesamos el poljé de Brenavinto, formado a partir de la disolución del sustrato calizo, con varios sumideros que filtran el agua al subsuelo, en cuyo entorno aparecen algunas cabañas ganaderas.



Esta depresión es surcada por el arroyo Rubridillo tapizado en sus márgenes de espino albar y endrino entre otras especies.



Continuamos hasta Brenarromán, zona de origen similar a Brenavinto, frecuentemente encharcada y con un importante aprovechamiento ganadero.



Nos internamos en el Monte Llusías, un bosque mixto atlántico dominado por hayas en el que aparecen, junto al camino o en las zonas más soleadas, tejos, abedules y acebos.




A la salida del bosque decidimos no llegar hasta Bustalveinte y recortar el circuito que había previsto, dirigiéndonos hacia Brenalengua, cubeta de origen similar a Brenavinto y Brenarromán. En este recorrido decidimos hacer una parada para comer y recuperar fuerzas.



Tras abandonar Brenalengua tomamos el camino conocido como El Senderón, el cual nos llevó hasta encontrar la pista que se dirige hasta el Alto de la Posadía y de ahí al coche, cerrando de esta manera el circuito y disfrutando de una buena jornada de raquetas.

                

miércoles, 28 de enero de 2015

Cueva de Rescaño. Travesía Sel del Haya - Cobijón


El domingo 18 de enero se realizó la primera de las salidas de espeleo dentro del calendario ADEMCO 2015. Ocho miembros del club realizamos una bonita travesía dentro de la Cueva de Rescaño, entre la boca minera de Sel del Haya y la boca natural de Cobijón. Alicia y yo volvíamos de nuevo a nuestra vieja zona de exploración y que ahora pertenece a nuestros amigos del CCES (Club Cántabro de Exploraciones Subtérraneas) que continúan sacando bellas salas dentro de esta gran cavidad.
Nos tomamos la travesía con mucha tranquilidad, disfrutando con cada paso que dábamos. Tanta calma supuso que al final tuviésemos que dejar sin visitar alguna de las salas, para dirigirnos hacia el pasamanos de salida, que en su día llamamos "Infernal".


Salimos al exterior encantados con la travesía, sin duda que con el tiempo será muy repetida. Tan solo añadir un detalle muy importante: No realizar la travesía con amenaza de fuertes lluvias, pues la salida por el pasamanos se realiza por encima del Río Suvia, sufriendo este enormes crecidas que pudieran darnos un susto. Os dejo la información de la travesía, perteneciente a las memorias de exploración de nuestros compañeros del CCES.

Travesía Sel del Haya - Cobijón

Se aconseja hacer la travesía saliendo por Cobijón, ya que al revés se hace muy pesada la salida por la mina, sus rampas etc, que hacen que nos quite el sabor de boca de haber estado en una cueva. La travesía está instalada en fijo entera, por lo que no es necesario llevar material.


Para llegar a la entrada de la mina de Sel del Haya nos dirigimos a la Gándara en Udías, pasamos la posada de la Gándara y seguimos hasta dejar a mano izquierda una casa y justo en frente en el margen derecho entra una pista no asfaltada por debajo de pequeño túnel. Seguimos la pista dejando a mano izquierda una gran dolina, hasta un aparcadero que hay a mano izquierda, para ello pasaremos una vaya de alambre de espino que hay que dejar cerrada. Aquí podemos cambiarnos y al final de la pista entre árboles está la entrada de mina Sel del Haya.


Tenemos la opción de dejar un coche cerca de la boca de Cobijón, o bien ir andando por la carretera que nos llevará una media hora. Para dejar otro coche nos dirigimos al pueblo de Cobijón y le atravesamos dirección al pueblo de Rodezas. Empezamos a subir y después de un par de curvas hay una pequeña entrada a mano derecha con unos metros de asfalto y que dan acceso a un camino, aquí podemos dejar los coches dejando espacio para el paso de ganado. Desde el coche, mano derecha de la carretera a Rodezas saltamos el pastor y seguimos descendiendo la dolina hasta su final, saltamos un alambre de espino y descendiendo llegamos al lugar en el que está la entrada de Cobijón.

                            

Una vez dentro de la mina, tan solo hay que seguir los montones de flechas que las personas han ido pintarrajeando a su antojo, aún así daremos algunas descripciones. Primero encontramos una recta larga dejando algunos accesos a los laterales hasta llegar a una curva cerrada a la izquierda que nos lleva a pocos metros a un antiguo cabestrante montado en hormigón, desde aquí sale una rampa hacia abajo muy larga, al llegar abajo seguimos sin desviarnos y siguiendo las flechas, la galería se estrecha y seguimos hasta llegar a un cruce que hay que tomar a la derecha dejando un resalte en el margen derecho, este desvío nos lleva en 10 metros a otra rampa mucho más empinada que la anterior y con unos escalones hechos con piedras en el margen izq. La bajamos hasta abajo y seguimos sin desviarnos.


             

Al poco se abre dejando un gran pozo a mano izquierda una vez pasamos este pozo estaremos atentos a las flechas, ya que se abren varias continuaciones, hay que coger un desvío a la derecha que nos hará bajar por un caminillo hasta llegar a una escalerilla de metal. A través de esta escalera bajamos a la cueva y comenzamos a avanzar hacia la derecha según bajamos, rumbo sur.


Esta zona de la cueva está afectada por las labores mineras y es difícil perderse por la ausencia de cruces, hay que seguir siempre por la galería principal y seguir el camino marcado, en algunos sitios hay bifurcaciones que van a dar al mismo lugar. Pasamos dos pedreras de mina y seguimos por grandes galerías, al rato acabaremos llegando a una galería mucho más alta y ancha y por la que iremos por un camino colgado en el margen derecho donde escucharemos el río abajo entre bloques. El camino no tiene pérdida. Continuamos hasta llegar a una cuerda que hace de pasamanos para pasar al otro lado del río por encima de un bloque encajado entre los dos lados.


Dejamos la cuerda y bajamos a unos gours grandes que en época de lluvia estarán llenos, hay que intentar “pisar por lo segado”, y seguimos, pasando por encima de bloques, de nuevo al lado izquierdo. Ahora llegamos a otra cuerda para cruzar al otro lado del río, aquí nos vamos a encontrar una tirolina destensada la cual desaconsejamos, no sabemos quién lo ha instalado. 



Al lado hay un pasamanos con un pequeño pozo con péndulo, seguimos cruzando una zona de gours rojizos, cruzaremos de nuevo el río andando para volver a cruzarlos en unos metros por encima de unos bloques, continuamos y tendremos que cruzarlo de nuevo, ahora nos encontramos en una sala grande con un caos de bloques ascendente que subiremos por el lado derecho. 



Al llegar arriba nos encontraremos una cuerda de subida que da acceso a la Galería del Vivac en la primera reunión, que es por la que debemos continuar, si continuamos subiendo llegamos a la G. Avatar. Estas dos galerías se encuentran balizadas, por lo que no tienen ninguna pérdida. Si en vez de coger la cuerda continuamos bajando, podemos ir hasta la Sala Irala.


Continuando por la G. del vivac llegamos a la Gran Sala, y el camino nos lleva al río de nuevo por una bajada de piedras y bloques, hay que tener cuidado con las piedras. Una vez llegamos abajo seguimos río arriba. Una vez aquí, tenemos la posibilidad de continuar por el río hasta el pasamanos de la entrada de Cobijón, o de visitar algunas galerías dignas de ver como es la Galería de la Hipnosis, Galería de las Columnas, o la Galería del Dorado.

                                

Si vamos al pasamanos de salida por el río, poco antes de llegar el río se embalsa y hay que pasar entre unos bloques para superar la zona embalsada, cuidado con los bloques. A 20 m río arriba encontraremos la cuerda de subida al pasamanos.


Si vamos al pasamanos por la Sala Chechu, al final hay una rampa con una cuerda de ayuda que nos lleva al río. A 20 m río arriba encontraremos la cuerda de subida al pasamanos que nos lleva al exterior.

                

viernes, 23 de enero de 2015

Espinama - Las Ilces - Espinama


Aprovechamos una ventana de buen tiempo durante el pasado fin de semana, para desplazarnos hasta Espinama a pisar la nieve recién caída la noche anterior. Nada más bajarnos del coche un enorme ejemplar de perro terranova, con tendencia a escaparse de casa (como decía una placa atada en su collar) nos vino a saludar. Una sola caricia a Teo (que así se llamaba el perro) sirvió para que nos acompañase durante toda la ruta, abriéndonos huella durante todo el recorrido y pudiendo disfrutar de este precioso perro durante toda la jornada.


La ruta elegida era el PR - PNPE 26, denominada el Hayedo de las Ilces. Este cómodo circuito con inicio y final en Espinama permite compaginar la belleza de los pueblos del alto valle de Camaleño con los magníficos bosques de hayas y robles que tan bien se conservan en su entorno. Tras callejear entre la cuidada arquitectura popular de Espinama y Pido la ruta se adentra en la pista de Pierga en dirección a Cosgaya, que discurre por la margen derecha del río Deva y al pie de los frondosos bosques que descienden desde las cumbres del Coriscao por los valles de Pierga y Peñalba. 


Disfrutamos mucho pisando la nieve polvo a lo largo de todo el recorrido, no requiriendo la utilización de las raquetas. La ruta discurre por un denso bosque de robles y hayas, surcados por arroyos que bajan de la Cordillera Cantábrica, hasta cuyas estribaciones llega el Parque Nacional de Picos de Europa.


Tras pasar por los prados de la Navega, se dejan atrás unos repetidores de telefonía, y se continúa por la pista, siempre siguiendo el ramal principal. Dejando el cauce del Deva siempre a la izquierda, la pista entra y sale continuamente en los pequeños valles que bajan por la derecha.


Se deja atrás el que lleva la riega de Pierga, para continuar por el denso bosque, salpicado de vez en cuando de algún roble de enormes dimensiones destacando entre los demás árboles.

                                 

Un nuevo entrante nos lleva al invernal del Mato, lugar donde paramos para comer. Tras cruzar la riega aparecen dos bifurcaciones, una a la derecha y un poco más adelante otra a la izquierda. Se toma esto último ramal a la izquierda que desciende rápidamente hasta un puente sobre el Deva que habrá que cruzar para salir a la carretera N-621 que viene de Potes.

                                  

Cruzamos la carretera y subimos hacia el pequeño pueblo de Las Ilces, donde unos perros salieron  a nuestro paso. Un solo gruñido de Teo sirvió para hacerlos retroceder.



Desde Las Ilces, la ruta sale por la izquierda, subiendo en fuerte pendiente durante unos momentos por el robledal hasta otra nueva bifurcación que da acceso a una pista más llana, y que habrá que seguir hacia la izquierda. 



Enseguida la senda se divide de nuevo en dos ramales, y se vuelve a tomar el de la izquierda que desciende rápidamente hacia Espinama, donde nos despedimos de Teo, dejándolo con su dueño y dando por terminada esta preciosa ruta por frondosos bosques atlánticos.

                

miércoles, 21 de enero de 2015

Balcones del oso


Sábado 3 de enero, nos desplazamos hacia la zona de Alto Campoo con la intención de utilizar las raquetas de nieve por primera vez esta temporada. Elegimos para ello una pequeña ruta que parte desde el kilómetro 17 de la carretera que sube a la estación invernal, denominada Balcones del Oso (PR-S 83) pero al aproximarnos a la zona vemos como la cantidad de nieve es escasa y quizás no tengamos que sacar las raquetas (como al final sucedió).


Desde el amplio aparcamiento cruzamos la carretera, cogiendo una pista que se dirige al cañón del río Hijar. Recorremos unos dos kilómetros por la parte alta del cañón, que discurre en cortado bajo escarpados de roca y cagigas centenarias.


Llegamos a un punto en donde el sendero cambia de dirección y comenzamos una bajada que rápidamente nos lleva hasta la altura del río Hijar. En este punto de la ruta es donde más nieve encontramos, pero no necesitamos utilizar las raquetas.


Comenzamos a seguir el cauce del río hacia abajo, caminando por una zona bastante cerrada entre arbolado. Pronto llegamos a una pequeña presa usada para el aprovechamiento eléctrico, lugar en donde aprovechamos para picar algo.


Retomamos la marcha, nuestra siguiente parada la realizamos en Puente Dé, un enclave conocido y emblemático en el Alto Hijar. Una enorme piedra desprendida de los roquedales formó un puente hace cientos de años, terminando el hombre de construir un paso a la otra orilla.

                           

Después de pasar un rato en Puente Dé continuamos la marcha, el camino comienza a subir alejándonos del río a través de un nuevo tramo de balcones de piedra.


Nos vamos acercando al final de la ruta, pero antes nos queda la zona más costosa, una subida serpenteando por un camino perdido, entre monte bajo bastante tomada por la maleza. En esta zona encontramos la Fuente El Hoyu.


La subida acaba, encontramos una pista que en pocos minutos nos acerca al lugar de comienzo de la marcha, ruta que si bien no hizo que nos quitara el mono de raquetas, sirvió para paliar los excesos del fin de año.