Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

martes, 26 de marzo de 2013

26 Curso Iniciación a la Espelología. Cueva Cañuela



Os dejo unas fotos de la visita que realizamos el día 9 de Marzo a Cueva Cañuela, durante la segunda semana del curso de este año. El buen tiempo y el mejor ambiente nos acompañaron durante todo el día, pasando una jornada inolvidable.

                

miércoles, 20 de marzo de 2013

Las Médulas. Sendas Reirigo, Valiñas y Lago Sumido


 

Este pasado fin de semana, aprovechando la invitación que nos hicieron Jesús y Mónica para acompañarles en el viaje, nos desplazamos hasta la provincia de León con la idea de visitar Las Médulas y hacer algo de turismo por la zona. El viernes por la tarde pusimos rumbo hacia tierras leonesas, más en concreto hacia la pequeña localidad de Quintanilla de Somoza, lugar en donde Chus, aprovechando unos vales de los que disponía, se había encargado de reservar habitaciones en un bonito hotel rural. Cuando llegamos al pueblo, ya de noche, cenamos algo y aprovechamos para dar un paseo nocturno por el pueblo, sorprendiéndonos las anchas calles de adoquines. Ya de vuelta al hotel y con una cerveza en la mano preparamos la actividad del día siguiente, que consistiría básicamente en la visita a Las Medulas.
El sábado amaneció con un cielo bastante triste y oscuro, no presagiando nada bueno, pero no nos íbamos a echar para atrás en nuestros planes. A las 9 de la mañana nos estábamos metiendo un gran desayuno entre pecho y espalda, aunque Chus que tenía dolor de estómago tuvo que moderarse un poco. Teníamos un largo camino hasta el pueblo de Las Médulas, pero aconsejados por la dueña del hotel decidimos ir por un camino turístico por el que coincidíamos en muchos tramos con el Camino de Santiago. La ruta si fue turística y entretenida en varios puntos del recorrido, parando a visitar (bajo una débil nevada) la Cruz de Hierro, un largo poste de 5 metros con una cruz de hierro en la punta, en donde cada peregrino pone una piedra a sus pies para librarse de las cargas y culpas que haya venido cargando durante la vida. La piedra debe de ser del lugar de origen del peregrino y tan grande como los propios pecados.

                           

Atravesamos otros bellos pueblos (Acebo, Riego de Ambrós, Molinaseca, Ponferrada,etc) en nuestro largo, tortuoso, aunque divertido viaje hacia el Bierzo, encontrándonos numerosos peregrinos por el camino, pero la verdad es que estábamos deseando llegar al pueblo de Las Médulas, donde llegamos sobre las 12 del mediodía.
Las Médulas, situadas junto al pueblo del mismo nombre, se hallan enclavadas en la Comarca del Bierzo, en la provincia de León, es un entorno formado por los restos de una antigua explotación minera de oro de la época romana. El enorme trabajo de ingeniería realizado para la extracción del mineral supuso una gran destrucción del medio ambiente, pero dio como resultado un paisaje grandioso y espectacular de tierras rojizas, perfectamente integrado con la vegetación de castaños y robles, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997.


El noroeste español era una de las áreas extractoras más ricas en oro que nutrían las arcas imperiales romanas y la Zona Arqueológica Médulas una de las mayores explotaciones mineras. Hoy en día es un territorio que nos habla del ingenio romano y de la influencia que tuvo la invasión y conquista, después de enconadas luchas, entre la población astur finalmente sometida.
La espectacularidad del paisaje actual es el resultado de la mano del hombre y de una de las técnicas de explotación más utilizadas en el lugar: el método de la Ruina Montium, a través del cual el agua deshacía literalmente la montaña. Se introducía en tromba en las galerías previamente excavadas y ciegas, lo que provocaba la comprensión del aire atrapado en su interior y hacía explotar el conglomerado de arcilla. Esta masa desprendida se lavaba en canales de madera, de la que se extraían previamente los cantos rodados (reuniéndolos en montones llamados murias o pedreiras) y se filtraba a través de ramas de brezo que retenían el oro. La ingeniería romana permitía traer el agua por canales excavados en la roca de más de 100 kilómetros, para luego almacenarla en depósitos.


Después de prepararnos y recoger información en el aula Arqueológica comenzamos por fin a caminar. Para conocer a fondo esta vieja explotación minera habíamos preparado un circuito uniendo varias de las rutas señalizadas que existen por la zona arqueológica de Las Médulas. Nuestro recorrido comenzó en el aparcamiento del aula arqueológica y atravesamos el pueblo por la carretera, dejando atrás la plaza donde se encuentra el lavadero. Muy pronto a la izquierda nos encontramos la iglesia de San Simón y San Judas, aprovechando para hacerla una visita.


Unos metros mas adelante llegamos al Centro de recepción de visitantes en donde nos volvieron a informar sobre todo lo relacionado con el entorno y como combinar las diferentes rutas, aunque nosotros ya llevásemos una idea bien clara de lo que íbamos a hacer gracias a la gran información que recogimos de la siguiente pagina: Lago Sumido.
Continuamos caminando y a pocos metros llegamos a una barrera que impide el paso a los vehículos, lugar en donde encontramos un cruce de caminos. Tomamos el camino de la derecha, comenzando la Senda de las Valiñas y dejando a la izquierda el camino por donde regresaríamos al acabar nuestra ruta. A los pocos metros, al acabar la cuesta de pista asfaltada, encontramos a la derecha el comienzo de la ruta denominada Senda Reirigo. Al comienzo de esta ruta nos despistamos un poco, pero la verdad es que la confusión mereció la pena, pues nos adentramos en mitad de un bosque de castaños centenarios, en donde a cada paso que dábamos nos sorprendía algún ejemplar de tamaño descomunal.


Una vez en el buen camino, continuamos la marcha por un sendero ascendente que discurre entre castaños hasta llegar a una explanada en lo alto del monte. Cruzamos la explanada y desembocamos en la pista por la que viene la Senda Perimetral. Decidimos retroceder unos metros por esta pista e ir hasta el Mirador de Pedrices, situado a escasos metros y desde donde tenemos una buena vista del lugar.


El tiempo nos está respetando, pues aunque el día es gris la lluvia no hace apto de presencia. Volvemos sobre nuestros pasos, abandonando la pista por la que va el recorrido de la Senda Perimetral a  poca distancia, encontrando una senda que sube por una loma  y que nos dirige hacia las Médulas de Yeres. Este sendero será  el mas costoso de toda nuestra jornada, pero a cambio nos vemos recompensados con unas preciosas vistas de todo el valle.


Continuamos la senda por detrás del Pico Reirigo, entrando en todas las galerías que se encuentran junto al camino (íbamos provistos de linternas), soñando con encontrar alguna pepita de oro que se les pudiese haber escapado a los romanos, je je. El camino que se dirige cumbreando hacia el Campo de Braña, zona recreativa en donde finaliza la Senda Reirigo, es espectacular, disfrutando a cada paso de las impresionantes vistas.


Desde el Campo de Braña continuamos caminando por una buena pista hacia el Mirador de Orellán,  pero a escasos metros nos desviamos del camino al encontrar un indicador que nos indica la situación de los restos de un canal a la derecha del camino. Este canal, llamado Canal de Peña Escribida, era uno de los que conducía el agua hasta el depósito situado en las proximidades del Mirador de Orellán. A partir de aquí el camino es llano y un  poco mas adelante comenzamos a descender decididamente hacia el Mirador, en donde aprovechamos para recuperar fuerzas. Como el viento en esta zona era bastante frío, decidimos ponernos en marcha  una vez finalizamos con la comida y las fotos de rigor. Retrocedemos sobre nuestros pasos y cogemos el Camino del Mirador, que desciende decididamente entre castaños y matorral hasta coincidir de nuevo con la Senda de las Valiñas, justo en la fuente de Tía Viviana. 


Ahora el camino vuelve a estar asfaltado y nos dirigimos a las entrañas de la explotación minera. Llegamos al final del asfalto y seguimos por una pista de tierra, encontrándonos mas adelante la boca de La Cuevona, y a escasos metros la Cueva de la Encantada, aprovechando para visitar sus galerías. Volvemos hasta La Cuevona y cogemos un camino que sale a la derecha y nos lleva disfrutando del paisaje que forman los diferentes picos, de nuevo al punto de comienzo de nuestra ruta.
Como todavía era temprano decidimos realizar la ruta de la Senda del Lago Sumido, volviendo hasta la iglesia y tomando una pista terriza, aunque con algún despiste por nuestra parte que nos llevó a espantar los patos desde la misma orilla de la Laguna Larga y Laguna Pinzais, hasta el Lago Sumido y el Mirador de Chao de Maseiros.


Tras la visita al Lago Sumido volvimos por el mismo camino hasta el pueblo, en donde dimos por concluida esta bonita ruta, de algo más de 16  kilómetros según el GPS de Chus, para conocer  la zona de Las Médulas. El resto de la tarde lo dedicamos para hacer algo de turismo, visitando el Castillo de Cornatel y parando de regreso al hotel para disfrutar del buen ambiente y las tapas de Ponferrada.
El domingo tocaba el regreso a casa, pero no podíamos dejar pasar la oportunidad de visitar León, admirando sus monumentos más emblemáticos y ya de paso, humedecer nuestras gargantas en cierto barrio de la ciudad.

                

martes, 12 de marzo de 2013

Ferrata La Hermida por el Puente Diosu y Puente Canelaria



Hacía bastante tiempo que queríamos ir a conocer la ampliación que se había realizado en la Ferrata La Hermida, y por fin conocer los  puentes de Diosu y Canelaria. Así que después de la jornada del sábado, en la que estuvimos colaborando en el  curso del SCC con la visita a Cueva Cañuela, le propusimos a Jesús y Mónica el ir a realizar la ferrata. Chus se mostró encantado y más aún cuando le dije que acabaríamos a tiempo para meternos un buen cocido en algún restaurante de la zona.
A las 10 quedamos en Puente San Miguel y pusimos rumbo a La Hermida, disfrutando de un tiempo algo revuelto que mejoraba según nos acercábamos a nuestro destino. Ya en La Hermida cogimos el equipo y nos pasamos por el centro de recepción, lugar en donde nos dieron explicaciones sobre el recorrido que íbamos a realizar. Tras la corta aproximación llegamos a los primeros resaltes equipados que ya conocíamos de anteriores visitas.


El sol poco a poco iba perdiendo la batalla con las nubes, que cada vez eran más densas y por un momento nos hizo pensar que otra vez nos íbamos a volver a mojar, como en nuestra anterior visita. Sin prisa pero sin pausa, llegamos  a la primera de las cuevas del recorrido, la del Jabalí, en donde hicimos un pequeño descanso.


Continuamos con el ascenso y pronto llegamos a la Rampa Carla Garrido.


Cuando llegamos al desvío que se dirige a la Cueva del Diosu lo tomamos, pues el nuevo recorrido por los puentes parte desde la boca de esta cueva. Enseguida nos encontramos con el Puente Diosu, formado por cuatro cables de acero, uno para los pies, dos para las manos y el tercero, que por cierto queda algo alto, para la linea de vida. El puente no es muy complicado, aunque los cables se mueven bastante y  la sensación de llevar las disipadoras estiradas y arrastras sobre la cabeza no ayudan mucho para superarlo. Quizás la parte mas complicada es el final, en donde un saliente de roca complica la progresión.


Mónica, que tenía ciertas dudas sobre si superaría el puente tibetano (era la primera vez que hacía uno) se porto como una campeona, superándolo sin el más mínimo problema.
Continuamos con la ferrata y muy pronto nos encontramos con la impresionante vista del Puente Canelaria, una espectacular pasarela de unos 100 metros de longitud, por no se cuantos de alto, ¡¡¡pero son muchos!!! Leemos las indicaciones que hay en una hoja justo antes de empezar el puente, permitiendo el paso simultaneo de cuatro personas a la vez, separadas entre sí un mínimo de 20 metros. Alicia es la primera en comenzar, después Chus y más tarde yo, mientras Mónica inmortaliza el momento.


Las sensaciones al acabar de cruzar la pasarela eran variadas. A Alicia apenas le dio sensación de vértigo, mientras Chus y yo fuimos un poco más "cagones" esta vez. Nos parecía que el puente se balanceaba mucho , quizás por el caminar sobre él los tres a la vez, y la sensación de vértigo era bastante elevada. Mónica que lo paso sola, no tuvo problemas, gustándole más la pasarela que el anterior puente. Hay que tener cuidado cuando nos acerquemos al final, porque nos podemos quedar colgados de las disipadoras al estar la linea de  vida bastante alta. Además las últimas tablas del suelo están sueltas y se mueven algo.


Un flanqueo horizontal nos lleva al final de la vía ferrata (que ha ganado mucho con esta nueva variante) y al camino de regreso, que tras un buen rato por el bosque nos deja en la carretera de Bejes, llegando de nuevo a La Hermida después de casi cuatro horas de actividad, justo a tiempo para recuperar fuerzas en Casa Campos. El regreso a casa lo aprovechamos para visitar el mirador de Santa Catalina y el pueblo de Lafuente (que recibe el nombre de una surgencia kárstica) en el que se encuentra la iglesia románica de Santa Juliana.

              

jueves, 7 de marzo de 2013

IV Marcha de Esquís y Raquetas al Pico Liguardi



Animados por el buen tiempo previsto para el domingo día 3 de marzo, decidimos desplazarnos hasta la localidad de Proaño (Campoo de Suso) para participar en la cuarta edición de la marcha con esquís y raquetas al Pico Liguardi. Tras quedar en Torrelavega, y comentar cada uno nuestra pequeña historia en cuanto a retrasos se refiere, nos pusimos camino de Reinosa. Allí realizamos unas últimas compras antes de coger la carretera hacia Alto Campoo, muy frecuentada ese día por los numerosos esquiadores que  se dirigían hacia la estación invernal. Un par de kilómetros después de Espinilla tomamos un desvío a la derecha que nos llevó al pequeño pueblo, llegando a él sobre la 8:30 horas, aún con bastante tiempo para inscribirnos en la marcha. En pocos minutos formalizamos la inscripción los 6 valientes que nos habíamos animado, Carmen, Alicia, Mónica, Jesús, Belén y yo, pagando diez euros los adultos y cinco la niña, teniendo la organización un detalle en forma de braga (de las del cuello) y un divertido muñeco para Belén.


Sobre las 9:15 y con un tiempo muy bueno, salíamos los aproximadamente 160 participantes desde el Centro de la Asociación Cultural y Deportiva de Proaño. Muy pronto nos tuvimos que poner las raquetas, pues la cantidad de nieve acumulada tras el fuerte temporal de la semana anterior era importante. Tras los primeros pasos en que se ganaba altura lentamente, hicimos un giro hacia la izquierda para afrontar ya decididos el fuerte desnivel a superar, pues salíamos de una altura de 970 metros y se llegaba a la cima del Pico Liguardi, situado a 1967 metros.


A los cuarenta minutos de marcha y tras superar una loma bastante empinada llegamos a la Cabaña de La Coba, en donde la organización nos tenía preparado un caldo y un aperitivo para recuperar fuerzas.


Continuamos con la marcha, ahora atravesando un pequeño bosque de robles en donde el desnivel no era tan fuerte como al comienzo de la marcha, situación esta que se agradecía. Belén en esta zona de bosque, en la que nos encontramos con algún corzo, empezó a tener molestias en el estomago, no sabemos si por el almuerzo de la cabaña o mas bien eran mañas. Sea lo que  fuera, tuvimos que ir haciendo más paradas de las normales.


A la salida del bosque vimos una larga hilera de montañeros que nos marcaban el camino a seguir. La verdad es que la visión de lo que nos quedaba por delante no animaba mucho, pues ante nosotros teníamos una larga ascensión por terreno despejado y muy pindio hasta la cima. Aún así decidimos continuar, cada uno marcando el ritmo que más le convenía. Chus y yo nos fuimos adelantando del resto del grupo, por detrás Alicia y Mónica, y por último Belén y Carmen, que en esta ocasión si que hizo de "Güela" y fue toda la ascensión animando a la niña para que llegase a la cima en su primer día de raquetas.


Un viento frío apareció cuando nos aproximábamos a la cima, cuando los más rápidos en la subida ya empezaban el descenso y se cruzaban con Chus y conmigo, que definitivamente habíamos dejado atrás a las chicas. Unos metros más y alcanzamos la cima del Pico Liguardi, inmortalizando el momento y disfrutando de las extraordinarias vistas que teníamos hacia todos los lados.


Como el viento era bastante desagradable nos buscamos un pequeño abrigo a escasos metros de la cima, lugar en donde entablamos una amena conversación con algún miembro de la organización, mientras esperábamos, o no, la llegada de las chicas. No sabíamos si se habrían dado la vuelta, pero pocos minutos más tarde vimos como aparecían Mónica y Alicia, confirmándonos que Carmen y Belén subían por detrás de ellas. Quizás no era la ruta más fácil para el estreno de Belén con las raquetas, pero al final consiguió alcanzar la cima.


Lo peor ya estaba pasado, ahora tocaba el descenso por el mismo camino de subida. Abajo en el pueblo nos esperaba un picoteo que según la organización comenzaba sobre las 14:00 horas. Así que puntuales como un reloj a esa hora estábamos de vuelta en Proaño, finalizando de esta forma la bonita raquetada, en la que el buen ambiente y la buena organización nos dejaron un gran sabor de boca, planteándonos ese mismo día el volver el año próximo.
Después de la comida y como todavía era pronto, decidimos dedicar la tarde para hacer un poco de turismo, visitando Hoz de Abiada, el Castillo de Argüeso y Fontibre.

          

martes, 5 de marzo de 2013

26 Curso Iniciación a la Espeleología. Prácticas Canteras Bilbao


 

Con una semana de retraso, debido a que el fin de semana anterior se tuvo que suspender toda actividad al aire libre al encontrarnos en alerta naranja por fuertes nevadas, comenzó el 26 Curso de iniciación a la espeleología en lo que a practicas se refiere, pues la semana anterior Antonio ya dio comienzo al curso con una charla sobre conservación de cavidades. Este fin de semana hubo una segunda charla el viernes sobre técnica y materiales para progresión vertical, y el sábado nos fuimos hasta Escobedo (Canteras Bilbao) para poner en práctica lo aprendido en dicha charla.
Aunque el sol se dejaba ver, fue un día frío, dedicándose toda la jornada a las prácticas. La semana que viene se visitará la primera de las cuevas a visitar durante el curso.