Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

viernes, 9 de octubre de 2015

Barranco Rinero


Muy cerca de Benasque encontramos este descenso que nos sorprendió gratamente, encontrando en él unos bellos contrastes entre el color anaranjado y rojizo del oxido de hierro y el verde del bosque que lo rodea.


La subida, al principio cómoda, se va complicando cuando hay que comenzar a ganar metros por el bosque. Sin apenas realizar zigzag, a "piñón fijo", la subida se nos hizo muy dura, llegando en algún punto a terminar con mi paciencia.... bufff.


Superada la parte menos grata de la actividad entramos al cauce del barranco, destacando muy pronto el contraste de colores que ya he mencionado.


Tras superar unos primeros resaltes nos topamos con el pasamanos de acceso a la cabecera de la gran cascada (55 metros) que se realiza de dos rápeles, el segundo de ellos desde una minúscula repisa.


Pusimos mucho cuidado en la recuperación de las cuerdas en estos dos primeros rápeles, pues había mucha piedra suelta que con facilidad podíamos tirar abajo.

                                 

Superado este bonito rincón nos encontramos una sucesión de rápeles y destrepes en un pasillo de altas paredes rojizas.


Después de descender el último rápel, continuamos por el cauce del río hasta encontrar el camino que utilizamos en la subida, terminando en este punto el descenso.

                                 

El barranco nos sorprendió, nos gustó, sobre todo por los tonos que le da el oxido de hierro, pero la dura aproximación, sin ser demasiado larga, hará que nos pensemos el descenso para otra ocasión.

              

jueves, 8 de octubre de 2015

Torrente de Gorgutes


Tras realizar la ferrata de Les, decidimos cambiar de valle e irnos hasta la zona de Benasque con intención de descender algún barranco, pues las previsiones meteorológicas eran buenas para los siguientes días.


Nos desplazamos hasta Llanos del Hospital, en donde a última hora de la tarde realizaríamos el camino de aproximación al descenso que realizaríamos el día siguiente (Torrente de Gorgutes) pero como andábamos con fuerza nos acercamos hasta la cabecera del valle y ya de paso conocimos también el Ibón de Gorgutes.


A la mañana siguiente, ya con el camino de acceso al Torrente de Gorgutes bien aprendido (40 minutos) nos desplazamos hasta la cabecera del barranco, disfrutando de unas amplias vistas de todo el fondo del valle.

                                 

Este descenso, situado en la cabecera del río Ésera, es una continua y larga sucesión de cascadas, sin apenas tiempos muertos, llegando a montar una veintena de rápeles.

                                 

La mayoría de los rápeles están montados desde árboles, y en condiciones normales de caudal las cascadas no presentan problemas.


Una vez concluido el descenso en las praderías, muy cerca del Hospital de Benasque, remontamos por la ladera herbosa hasta donde teníamos el coche, acompañados por los sonidos de alerta de numerosas marmotas.


Nos tomamos un tiempo de relax y picamos algo antes de afrontar el siguiente descenso de la jornada, que al final decidimos que fuese el Barranco Rinero.

              

martes, 6 de octubre de 2015

Vía Ferrata de Les


Como el tiempo seguía aún revuelto, con importantes precipitaciones, al día siguiente de hacer las ferratas de la Croqueta y Unha, decidimos realizar nuestra última ferrata durante este viaje. Desde Unha nos desplazamos hasta la cercana localidad de Les, donde a primera hora de la mañana y aún con las grapas mojadas, conoceríamos la vía ferrata de Les.


La principal característica de esta vía, es que al contrario que en el resto en el que la dificultad va en aumento, en esta las grandes complicaciones están al comienzo, no dando tiempo a calentar los músculos.


En este primer tramo es donde tenemos que tirar bien de brazos, encontrando pasos desplomados "muy divertidos", y que como pudimos ver en directo, echa a bastante gente para atrás.


Esta pared, la más difícil y bonita de toda la ferrata, acaba en un aéreo puente tibetano, aunque también existe la posibilidad de no hacerlo, pero también se pierde parte de esta primera zona si no se realiza.


Poco a poco la vía va perdiendo dificultad y ganando en vistas, saliendo a una zona boscosa en donde comienza la zona más sencilla de la vía.


Esta segunda zona encontramos varias paredes abundantemente equipadas y sin apenas dificultad, llegando al final de la vía después de una hora y 15 minutos.

                                 

En definitiva, la vía ferrata de Les impresiona por su primera pared deportiva y vertical y va ganando en estética a medida que pierde dificultad.


El regreso hasta el coche lo realizamos a través de un frondoso y resbaladizo bosque, siguiendo el camino de Soberpèra y atravesando el arroyo del mismo nombre.

              

viernes, 2 de octubre de 2015

Vía Ferrata de Poi d'Unha


Aún con el gran sabor de boca que nos dejo la Croqueta de Obarra, nos desplazamos hasta la localidad aranesa de Unha para descubrir otra maravilla de vía ferrata. Cuando llegamos al aparcamiento del pueblo comemos algo y descansamos dejando pasar las horas centrales del día y así evitar el fuerte calor. 


Pronto nos animamos a comenzar con la aproximación hasta el comienzo de la vía, en gran medida al ver que comenzaba a llegar bastante gente con intención de realizar la ferrata, llegando al pie de pared los primeros y así no tener esperas innecesarias.


La vía ferrata Poi d'Unha está dividida en tres tramos. El primero, de unos 150 metros, tiene nivel de iniciación, resultando un poco soso más aún cuando veníamos de hacer la Croqueta.


En este tramo encontramos también dos pequeños puentes tibetanos (opcionales) que le dan algo de vidilla a esta zona. Al finalizar el tramo, un camino semi equipado sirve de escape y nos llevaría al pie de la ferrata.



En el segundo tramo la cosa empieza a mejorar, esta zona está considerada difícil por su ambiente aéreo.
                                 

En este tramo encontramos el icono de la ferrata, una vertical y aérea escalera de cable (que se puede evitar por una variante) y un puente tibetano de veinte metros que también se puede evitar.


El tercer tramo también está catalogado de difícil pues discurre por una auténtica pared con diedros, placas y hasta un desplome de una veintena de metros que pone a prueba la fuerza de los brazos. También encontramos una curiosa escalera inclinada que salva una oquedad.


                                 

Superados unos repechos más llegamos hasta un buzón con un libro de registro, en donde poder contar la experiencia de esta gran ferrata.



Seguimos subiendo, siguiendo las marcas hasta la cota 1.930 metros, donde finaliza la vía y comenzamos el vertiginoso descenso por una canal equipada con un cable y después por sendero hasta volver al pueblo de Unha, librándonos por los pelos de una gran tormenta que rápidamente se había formado.



Sin ninguna duda, estas dos ferratas de reciente construcción (Obarra y Unha) son de lo mejor que hemos encontrado recientemente, siendo dos vías largas, exigentes, espectaculares,  y debieran de estar en la lista de los amantes de las ferratas.

              

jueves, 1 de octubre de 2015

Vía Ferrata Croqueta de Obarra


Lunes 3 de agosto, esta jornada la dedicamos a conocer dos impresionantes vías ferratas, la Croqueta de Obarra y Poi d'Unha. Tras dormir en la zona del Monasterio de Obarra, pronto por la mañana para evitar el calor, afrontamos la vía ferrata Croqueta de Obarra.

                                 

Ya nos habían comentado de lo espectacular de esta ferrata, pero queríamos comprobarlo de primera mano, saliendo encantados de la vía.

                                 

La ferrata tiene varias partes bien diferenciadas, siendo la primera de ellas la más sencilla, terminando en una amplia terraza que hay que atravesar por un sendero.

                                 

Superada la terraza encontramos de nuevo la linea de vida y las grapas, encontrando un tramo que gana en verticalidad, teniendo que superar varios pasos ayudándonos de los resaltes de la roca.


Este muro vertical termina en una pequeña repisa y pronto alcanzamos el primero de los puentes.


Una vez superado este bello paso y otro muro pronto alcanzamos la antecima previa  a las agujas. Seguimos por la cresta hasta bajar por una canal equipada, y después de una travesía fácil llegar al segundo de los puentes.


Superado este puente entramos en la última parte del recorrido, siendo la más espectacular y bonita de toda la ferrata. Remontamos por el espolón de la primera aguja, ganando este tramo en verticalidad y cogiendo rápidamente altura.

                                 

Una espectacular travesía por un muro vertical y con gran ambiente nos llevó hasta el último puente que comunica las dos agujas.

                                 

Remontamos este último y bello muro para llegar a la cima de la Aguja de la Croqueta (1.396 metros) encantados con esta vía ferrata (2 horas 15 minutos de recorrido) sin ninguna duda de las mejores de España.