Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

lunes, 28 de julio de 2014

Fiesta Inauguración CCES (Club Cántabro Exploraciones Subterráneas)


El sábado 12 de julio se celebró en la localidad de Bustablado (Cabezón de la Sal) la fiesta de inauguración del Club Cántabro de Exploraciones Subterráneas (CCES). Para este día habían preparado una jornada de espeleología y posteriormente por la tarde comenzar con una fiesta que se presumía iba a ser larga.


Otra de las actividades que surgió a última hora, dentro de la jornada festiva, fue una sesión fotográfica, escogiendo para ello la Mina Hermosa (Rescaño) asistiendo a ella Marta, Alicia, Belén, Nacho y Carlos, pudiendo además  aprender y disfrutar durante esta sesión de la compañía de José Miguel Martinez Pereda.


Pasamos la jornada realizando numerosas fotos por varios rincones de la mina y sobre todo seguir aprendiendo, esta vez de la mano de José Miguel, después de nuestra reciente participación en el 2º curso de fotografía  de Espeleofoto.


Al final el tiempo se nos echo encima, teniendo que abandonar la agradable y fructífera sesión de fotos, dirigiéndonos hasta Bustablado, pueblo en donde siempre nos tratan de maravilla, lugar donde ya habían comenzado los preparativos para que comenzara la fiesta.

                                

Poco a poco fue llegando más gente, que pudo disfrutar de una rica barbacoa, unas sabrosas paellas, dulces, etc,  todo ello regado con abundante cerveza y calimocho. Más tarde comenzamos con el habitual concierto, que entre risas y charlas nos llevaron hasta altas horas de la madrugada, poniendo de esta manera fin a esta primera gran fiesta (seguro que no es la última) de nuestros amigos del CCES.

                 

jueves, 17 de julio de 2014

2º Curso de fotografía Espeleológica con Espeleofoto

                                  

Los pasados días 4, 5 y 6 de julio se celebró en Asón el segundo curso de fotografía subterránea, impartido por el colectivo Espeleofoto. Asistieron al evento fotógrafos de varias comunidades, siendo el grueso del grupo de varios clubes de Cantabria, participando Alicia y yo en representación del ADEMCO, saliendo encantados por segunda vez con la experiencia, el buen ambiente y el trato recibido por toda la organización del curso.
Os dejo toda la información referente al curso, extraída de la magnifica memoria que ha realizado el currante Jorge del Río (Niphargus).



Lugar y fechas de celebración:
Lugar: Albergue de Asón (Cantabria).
Fechas: 4 al 6 de julio/2014.

Organizan:
Escuela de la Federación de Espeleología de Castilla y León.
Colectivo Espeleofoto.

Colaboran:
Federación Cántabra de Espeleología (FCE).
Confederación de Espeleología y Cañones (CEC).
Junta de Castilla y León (JCYL).

Objetivos:
Enseñar la técnica fotográfica adaptada al medio subterráneo a fotógrafos-espeleólogos de la Comunidad de Castilla y León, Cantabria, resto del estado y otros colectivos.

Organización:
Un miembro de la Escuela de la FCLE (gestión, Recepción y Seguridad en cavidad).

Profesorado:
Cinco miembros del Colectivo Espeleofoto.

Participantes:
Máximo 24.
Se permite la inscripción de acompañantes.


Preparación:
Con el antecedente del curso realizado el año anterior en Soncillo (Burgos) y los buenos resultados de éste se propuso la realización de una segunda edición, esta vez a realizar en cavidades de Cantabria. El Colectivo Espeleofoto aportaría algunos miembros experimentados como docentes y La Escuela de la Federación de Espeleología de Castilla y León se encargaría del soporte y las tareas administrativas.
La fotografía espeleológica es una de las vertientes de nuestro querido deporte y, junto con la topografía, la que mayor y mejor constancia deja. La técnica fotográfica “estándar” ha de ser adaptada al medio de una manera práctica. Las nuevas tecnologías que no dejan de cambiar y los programas de edición, cada vez más sofisticados hacen necesario un constante aprendizaje.
Espeleofoto (que celebra su quinto aniversario) es un colectivo de fotógrafos galardonados nacional e internacionalmente; son responsables del diseño y preparación del Encuentro; éste no hubiera sido posible sin contar con su experiencia y su calidad como divulgadores. Al evento acudieron Jose Ángel Izquierdo Cano, Lorenzo Sáez, Sabino Orbegozo, Sergio Laburu y Roberto F. García (Rupo).
La Escuela de la Federación de Espeleología de Castilla y León intenta con actividades como ésta la difusión del conocimiento y la mejora técnica en todos los campos de nuestro deporte; todo ello sin ningún interés económico ni restricciones territoriales excluyentes.
Dado que el evento se realizaría en tierras cántabras la cortesía obligaba disponer del permiso de la Federación Cántabra; concedido éste, la FCE aportó la mayoría de los asistentes al curso.
La Confederacion de espeleología y Cañones es la agrupación de casi todas las Federaciones territoriales de Espeleología. Sus fines son defender nuestra manera de entender la espeleología y cubrir las carencias actuales de la FEE dada su precaria situación.
La actividad requería de la autorización administrativa del Gobierno de Cantabria; tras el trámite correspondiente, el visto bueno de la FCE y la autorización final; agradecemos a ambas entidades las facilidades recibidas; Asímismo a la Junta de Castilla y León como patrocinadora de la FECYL.
Se eligió el albergue Coventosa en Asón por la cercanía a la cavidad designada para prácticas y el buen trato siempre dispensado por Margari, su gerente.
El diseño básico del Curso fue por tanto idéntico al año anterior. Las modificaciones propuestas fueron aumentar a cuatro el número de grupos didácticos para asumir un aumento previsto en la demanda del curso y la preparación de un posible grupo equipado con equipo no profesional (cámaras compactas) para hacer accesible el curso a un mayor número de participantes.


Puesta en marcha:
La publicidad del evento se hizo sin gastos en correspondencia, fundamentalmente por vía cibernética. Desde un principio se pretendió dar cabida a espleólogos de cualquier federación y también se posibilitó la inscripción de quienes no dispusieran de equipo propio profesional supliéndolo con material del Colectivo Espeleofoto.
El encuentro ha tenido un carácter para-estatal y abierto (en mayor manera que en la anterior edición) a no iniciados en fotografía. Se incluye a continuación un listado de asistentes:

Organización:
José Ángel Izquierdo Cano.                          Roberto F. Gª Gómez (Rupo).
Jorge del Río Santamaría.                             Sergio Laburu.
Lorenzo Sáez Castrillo.                                Sabino Orbegozo.

Participantes:
Laura Pereda Sapinto.                                 David Martín Ruiz.
Ana Sobrino Estruc.                                    Arturo Martínez Cuevas.
Juan Carlos Alonso Mora.                           Ignacio Concha Gómez.
Enrique Gil Sopeña.                                     Íñigo Moreno Espeja.
Ramón Alegre Rincón.                                 José Demetrio Gutierrez.
Lucía Agudo Pérez.                                     Luis Alberto García Escobar.
Marco A. Ferreira Almeida Da Silva.           Miguel Ángel Díaz Alamillo.
Marta Gutierrez Carro.

Acompañantes:
Alicia Humara García.


Desarrollo:
El material para la didáctica y la instalación de la cavidad fue aportado por el G. E. Niphargus de Burgos lo cual redujo gastos en transporte y tiempo, dado que era el punto de partida de algunos miembros de la organización.
El viernes por la tarde desde las 20:00 se comenzó con la recepción de participantes. Después de la cena y desde las 22:00 comenzaron las actividades didácticas a cargo de Roberto F. Gª Gómez.
El sábado llegó el resto de los asistentes y se realizó la actividad práctica en cavidad.
Previamente se hizo un reparto de los participantes en cuatro grupos en función de sus habilidades y preferencias; cada grupo fué asignado a un miembro de Espeleofoto (Sergio Laburu, Roberto F. Gª Gómez, José Ángel Izquierdo y Lorenzo Sáez). Quedando Sabino Orbegozo y Jorge del Río Santamaría como apoyo. Dichos grupos se repatieron en diferentes sectores de la cavidad para no interferir entre ellos. Las enormes dimensiones de Coventosa no hicieron necesario el establecer solapamientos en la entrada.
Todos los acompañantes se sumaron a la actividad espeleofotográfica, ayudando en lo posible y sirviendo en algún caso como modelos. Reseñar la aportación de Alicia del ADEMCO por su ayuda; también nos mostró una zona desconocida para casi todos donde se realizaron muy buenas fotografías.
Tras las prácticas y la cena en el albergue la actividad siguió con nuevas aportaciones a cargo de los miembros de Espeleofoto.
El domingo por la mañana se continuó con la didáctica; las enseñanzas se centraron en el apartado de retoque fotográfico y manejo de diferentes formatos y programas de diseño gráfico, analizando en profundidad pros, contras y posibilidades de cada uno. Las actividades concluyeron con una comida en el restaurante Coventosa.


Valoración de la actividad:
Durante y después de la actividad se preguntó a los participantes, mostrando éstos una buena opinión. Un buen indicador es el hecho de que varios asistentes lo fueran también de la primera edición.
Todos, organización, participantes y acompañantes quedaron satisfechos. La valoración fue buena tanto para la parte práctica como para la teórica, tanto por las nuevas habilidades prácticas aprendidas y la mejora en la propia técnica como por la información y contactos de todo tipo recibidos.
Como parte menos positiva, la demanda del Curso fue menor de la esperada; esto junto a alguna baja de última hora nos causó algún problema organizativo menor. Para compensar la balanza, la atención a los participantes fue, consecuentemente, de mayor calidad.
Cabe reseñar que la realización de un curso económico para los paticipantes, con un ratio profesor alumno menor de cinco a uno, y realizado sin apoyo económico externo (autofinanciado con las cuotas), sólo es posible gracias al altruismo de la organización.
Todos los participantes recibirán las imágenes procesadas digitalmente y en alta calidad para su uso particular. Para el público en general se publicarán los resultados en la web de Espelefoto https://www.facebook.com/espeleofoto. El visionado de las fotos será suficientemente elocuente de la calidad del encuentro y de los propios asistentes.
Los objetivos previstos se han cumplido en su mayoría y no se descarta la repetición del evento en futuras ocasiones con un dimensionamiento más adecuado a la demanda.


               

lunes, 14 de julio de 2014

Valle Llaminu (apertura) y Foz del Río Villar (parte inferior)


Valle Llaminu (apertura)

Domingo 29 de junio, quedamos con Lolo y Mur a las 8 de la mañana en Santillán, lugar donde pasamos la noche, para sin demorarnos mucho empezar la aproximación en coche hasta una atrayente (sobre el mapa) riega que baja muy cercana al Pico Pierzo. Dejamos el primero de los coches después de pasar el pueblo de Argolibio, una vez superado el puente que marca el comienzo del descenso del Beyu el Carmeneru.
Con el otro coche continuamos por la carretera hasta superar el pueblo de Villaverde, para al poco encontrar a mano izquierda una pista bastante estrecha, aunque en buen estado que nos hizo ganar altura rápidamente. No se exactamente cuantos kilómetros circulamos por esta pista, pero lo cierto es que andando hubiese supuesto una buena paliza. Dejamos el coche en un ensanchamiento de la pista, justo en el momento en que la cosa se ponía fea para continuar, con el Pico Pierzo ya muy cerca de nosotros.


Preparamos todo el material y emprendemos la marcha andando por la misma pista por la que habíamos subido, hasta llegar al Collado la Valleya. Lolo sugirió haber subido hacia el Collado los Lobos para luego bajar en busca la riega , pero no le hicimos mucho caso (más tarde nos arrepentiríamos) y nos tocó hacer una incómoda travesía horizontal entre enormes helechos.


Atravesamos una vieja explotación minera cercana al Collado la Valleya, siendo bien visibles aún algún resto de esta vieja mina, pero desconozco cual es su nombre, quizás Mur pueda averiguar cual es si ve pronto al paisanu que la proporcionó la valiosa información que utilizamos para el descenso.


Durante la travesía cometimos el error de ir perdiendo altura, y cuando llegamos a la riega del Valle Llaminu (nombre con el que aparece en los mapas) después de 1 hora y 15 minutos andando, nos dimos cuenta que nos habíamos dejado lo mejor en la parte superior. Tomamos la decisión de volver a ganar altura, teniendo que realizar alguna trepada bastante jodida hasta llegar a la unión de dos pequeños ramales de la riega, lugar donde nos preparamos para comenzar el descenso.
Nos encontramos una riega prácticamente seca, escavada en dura cuarcita que muy pronto nos iba a poner las cosas difíciles. Habíamos elegido tornillos Multi-Monti para la equipación y ya desde el primer momento las pasamos canutas para poder hacer los agujeros y sobre todo atornillar el Multi-Molti.


En el primero de los rápeles, de unos 40 metros, conseguimos meter el tornillo después de pegarse Lolo con él durante un buen rato. Cada giro de tornillo nos costaba una barbaridad, echando en falta los parabolts que dejamos en el coche.


En la siguiente cabecera, cuando estábamos apunto de terminar de meter el tornillo la cabeza se partió, teniendo que volver a hacer otro agujero. Esta vez si conseguimos meter el tornillo y realizar un rápel de unos 20 metros.

                           

En el  tercer rápel, de unos 10 metros, volvimos a tener los mismos problemas que en los dos anteriores con los tornillos, pues no había forma de llegar a introducirlos completamente. Mur y yo realizamos un destrepe algo expuesto, mientras Ali y Lolo rapelaron desde una improvisada reunión.


Para el cuarto rápel de 30 metros (el último que hicimos en la apertura) utilizamos un natural en cabecera, un arbolillo bastante consistente como para realizar la bajada con seguridad.


Superada esta primera zona de rápeles nos adentramos en una zona bastante tomada por la maleza, el escaso agua que había en la riega se filtró, dejándonos por delante un desolador descenso entre árboles, maleza, helechos, etc. Aún así no abandonamos el descenso, pensando que quizás encontraríamos algún rápel más, aunque fuera en seco, pero no hubo suerte y llegamos al Río Villar, aprovechando para darnos un buen baño.

               


Foz del Río Villar ( parte inferior)

A partir de este punto comenzamos un largo tramo de río bastante aburrido, muy aburrido, queriendo mis compañeros utilizar algún escape y realizar el retorno sin realizar el descenso de la parte inferior del Río Villar, pero afortunadamente les logré convencer para seguir por el agua.


El primero de los rápeles que hicimos en este barranco lo realizamos desde un curioso "puente de raíz", un bonito rápel de unos 9 metros.


Más adelante encontramos otro tramo bastante largo y pesado, sin ningún aliciente, antes de encontrar una zona estrecha y bastante bonita, en donde encontramos unos divertidos toboganes.


Llegamos al último rápel del descenso, una de las chapas de la reunión estaba partida, seguramente debido a alguna crecida, decidimos reforzar la instalación con otra chapa y ahora sí, el Multi-Molti entró en la roca caliza sin tener que realizar ningún esfuerzo. Este bonito rápel, de unos 15 metros, tiene una marmita intermedia de la que costaba salir un poco.

                            

Continuamos por un pasillo encajado durante unos metros, antes de que el barranco se abra definitivamente, teniendo por delante un buen tramo de caos de bloques hasta el puente que marca el final del descenso.


Salimos a mano derecha y poco tiempo después llegamos al lugar donde teníamos el primer coche, Ali y Mur suben a buscar el segundo mientras Lolo y yo esperamos charlando y disfrutando de un buen sol. Una vez todos juntos volvemos hasta Santillán en donde damos por terminada esta dura, larga, exigente y algo decepcionante jornada, pero tomamos y picamos algo comentando lo realmente importante de todo, el volver a casa "incólumes" y con ganas de volver pronto a realizar otra aventura como esta.

               



jueves, 10 de julio de 2014

Río la H.ermosa y Riega H.unfría


RÍO LA H.ERMOSA

El fin de semana del 28 y 29 de junio nos desplazamos hasta Asturias para disfrutar de un intenso fin de semana barranquista. Habíamos quedado con Lolo y Mur el domingo para ir a mirar una posible apertura, así que decidimos cargar todos los tratos en la furgo, marchar para Demués (Concejo de Onís) y aprovechar la tarde del sábado para realizar un par de descensos de reciente apertura por Pablo Solares y sus compañeros de club.


Sin madrugar mucho, pues había currado de noche, emprendemos el camino hacia Asturias bajo un cielo bastante gris, aunque con una temperatura muy agradable. Según nos vamos acercando a nuestro destino el tiempo va empeorando, comenzando a llover con intensidad en algún momento, incluso llegando en pensar en dejar los descensos para otro día, pero decidimos ir a conocer la zona y llegado el momento decidir.


Llegamos a Demués y vemos una señal nada aclaratoria en la pista que se dirige a Soñín que no hacemos mucho caso, ¡tira un poco más! ¡aquí no podemos dar vuelta! etc, etc. Total, que nos plantamos en el cruce que va para el Cabañayu, lugar donde aparcamos el coche. Llegó el momento de decidir si entramos al cañón o no, al final nos animamos pues cae una ligera llovizna, que al poco de comenzar a cambiarnos se convirtió en fuerte aguacero haciendo la labor de ponerse los neoprenos bastante incómoda.


Animados por la excelente reseña, que habla de varios escapes, y que la lluvia bajó de intensidad, decidimos acercarnos hasta el cauce y una vez allí tomar la decisión final de entrar en el barranco o no. Continuamos caminando por la pista hacia Soñín hasta llegar a las cabañas de Sirviellu, en donde tomamos un camino que sale bajo estas cabañas y en 20 minutos nos llevó al comienzo del descenso, comenzando casi de inmediato con el primero de los rápeles.


Encontramos un caudal bajo, pero pronto una pequeña surgencia añade bastante agua, que convertía el agua en color chocolate, teniendo que prestar más atención en la progresión.


En la primera parte del descenso encontramos 3 rápeles y algún pequeño resalte fácilmente destrepables, realizando esta zona bajo una fina llovizna casi imperceptible, pues el bosque que encontramos en el río apenas dejaba que la lluvia nos cayera a nosotros.


Superado este primer tramo deportivo el barranco se abre y tenemos por delante un largo trecho rodeados de una vegetación exuberante hasta la segunda parte, en donde encontramos  otros 4 rápeles.


El final de este bonito descenso lo marca la preciosa cascada de El Piponón, en donde pasamos un largo rato disfrutando del lugar.


Acabado el descenso, continuamos hasta encontrar a la derecha la salida de la Riega H.unfría (que sería nuestro siguiente objetivo). Desde este punto, un sendero un poco difuso entre enormes helechos (a mano derecha) nos llevó a la pista de Soñín (25 minutos) a escasos metros de donde teníamos el coche, aprovechando para recuperar fuerzas antes de dirigirnos hacia la Riega H.unfría.

                 

RIEGA H.UNFRÍA



Desde el coche nos dirigimos hasta las cabañas de Cacavieya, desde un sendero en la parte baja nos llevó en 5 minutos a la cabecera del barranco.


De este barranco muy poco que mencionar, tan solo tiene un par de cascadas bonitas y poca cosa más.


En media hora lo descendimos, sirviendo como complemento para el Río H.ermosa y pasar una buena jornada.


Llegamos al final del descenso y volvimos a coger el sendero utilizado en el retorno de H.ermosa, que nos llevó al coche para ahora sí quitarnos el traje de faena.
Felicitar a los aperturistas por estos dos nuevos barrancos, que como bien dicen, sin ser cañones espectaculares el conjunto de la actividad es entretenida y no desmerece. Por cierto, fuimos muy respetuosos  con el entorno y sobre todo con el estilo de instalación de los aperturistas, y eso que alguna reunión nos costó encontrarla, jeje.