Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Barranco de Trasito Inferior


                                 

Después de descender la Garganta de Barrosa nos fuimos a bajar el Barranco de Trasito Inferior. Este descenso lo conocíamos de hace unos años y en aquella ocasión nos llevamos un buen chasco al encontrarnos la primera parte del descenso hasta el afluente totalmente seca.


Animados por la información de unos compañeros, que la jornada anterior lo hicieron con agua abundante, nos desplazamos hasta Estaroniello,  previo pago al comienzo de la pista que da acceso al pueblo (3 euros) para poder circular por ella.

                                 

Allí dejamos el primer coche volviendo sobre nuestros pasos y subiendo hasta el comienzo del barranco, cerca del pueblo de Lamiana.


Nada mas entrar al cauce ya vimos que el agua que abundantemente había caído en jornadas anteriores había desaparecido tan rápido como vino. Si encontramos las pozas con algo de agua y muestras de que la jornada anterior si corrió el agua de manera más abundante.


Otra vez haríamos el descenso sin apenas agua. Ya en su día no salí muy contento con el descenso, y esta vez la cosa no cambió. Quizás el agua abundante le dé más vistosidad y belleza al descenso, seguro, pero creo que en mi modesta opinión este barranco no esta entre los mejores del pirineo.

                                 

La parte inferior y sobre todo los últimos rápeles son la parte más bonita de este descenso, que salvo cambio en mi manera de pensar no volveré a repetir a no ser que vea el agua corriendo en abundancia desde el puente de entrada.

                                 

Acabado el descenso nos despedimos de Jose y Marisol que ponían fin a sus vacaciones, decidiendo por nuestra parte cambiar de zona en busca de nuevas aventuras.

              





martes, 29 de septiembre de 2015

Garganta de Barrosa


La Garganta de Barrosa, cercana al pueblo de Parzán, es un descenso estético, acuático, corto y divertido.

                                 

Fue nuestro primer barranco durante las vacaciones estivales, acudiendo a él junto con nuestros amigos José Mari y Marisol, un poco condicionados por los excesivos caudales que llevaban el resto de barrancos de la zona.


Este descenso, aún siendo muy acuático, es practicable con grandes volúmenes de agua, gracias en gran medida a la gran anchura del cauce, sobre todo en su primera parte, pudiendo rapelar las cascadas por fuera del agua.


El punto más característico de este barranco es su famoso tobogán lanzadera de unos 12 metros, que te lanza por los aires hasta una amplia marmita, aunque también existe la posibilidad de rapelar.


Superado este adrenalítico paso y después de bajar la cascada mas alta del descenso (unos 16 metros) llegamos a una pequeña presa, lugar donde confluye con el Barranco de Pinarra y donde habitualmente se da por concluido el descenso, aunque nosotros continuamos aguas abajo.

                                 

En esta última parte del descenso encontramos saltos, resaltes y un bonito pasillo que nos llevo al final del descenso.


Picamos algo bajo un sol muy agradable, mientras comentamos cual será nuestro siguiente descenso del día. Al final nos decidimos por ir hasta el Trasito inferior, animados por unos compañeros barranquistas que nos comentaron que el día anterior corría agua por él.

             


martes, 8 de septiembre de 2015

Faja de Tormosa


                                 

La Faja de Tormosa fue nuestra primera actividad, un poco condicionada por las tormentas, dentro de nuestra  semana  de  vacaciones  por  Pirineos.  Esta  ruta, un poco aérea en algún punto, nos permitió disfrutar  de unas  panorámicas  espectaculares  del  Circo de Pineta, la cabecera  del  valle  y todo su entorno, disfrutando especialmente con la Cascada del río Cinca que bajaba cargada.


                                 

La Faja de Tormosa es un sendero herboso que discurre por encima de los 1900 metros, entre el fondo del circo y el camino de Pineta que sube al collado de Añisclo. Aunque no es una ruta especialmente técnica, exige salvar un desnivel por encima de los 700 metros y el cruce de numerosos corredores y barrancos.



Salimos del aparcamiento al fondo del valle, siguiendo las indicaciones hacia el Balcón de Pineta y Marboré, atravesando un denso bosque.


Pronto el cobijo del bosque desaparece y seguimos hasta el desvío a las Cascadas del Cinca, atravesando el torrente y subiendo en diagonal haciendo zig-zag.




En algún momento tuvimos que echar manos a las piedras para apoyarnos e incluso ayudarnos de una cadena que nos facilita la subida en una pequeña trepada.


Es un sendero bien acondicionado, en algunos momentos muy aéreo, y del que no deben distraernos sus impresionantes vistas.




Una vez tomada altura seguimos el sendero marcado hasta llegar a juntarnos con el GR-11 que baja del Collado de Añisclo y desde allí seguirlo, primero por zona rocosa y empinada, teniendo que extremar las precauciones en esta zona, quizás la más complicada de todo el recorrido.


El camino de bajada termina atravesando un bonito bosque que de nuevo nos devolvió al fondo del valle, teniendo que caminar por él hasta llegar de nuevo al punto de partida. 

             

lunes, 7 de septiembre de 2015

Barranco Gabieto


Para el domingo de nuestro fin de semana por Bujaruelo, y antes de emprender el camino de vuelta, habíamos dejado el descenso del Barranco Gabieto, bien visible desde las praderas de San Nicolás de Bujaruelo.

                                 

El primer tramo de la aproximación fue bastante placentero, caminando junto al cauce del río Ara hasta llegar al cauce del Gabieto. Desde aquí una senda poco marcada y con gran pendiente nos acompañó hasta la confluencia de los dos cauces que forman la cabecera del Gabieto, dejando la parte superior para otra ocasión.


El barranco Gabieto es un descenso de alta montaña, generalmente de carácter abierto, encontrando en él bellas y amplias cascadas.

                                 

Sin ser ninguna maravilla, el descenso nos gustó, aunque su equipamiento "minimalista" muy castigado por las avalanchas, nos hizo buscarnos la vida en algún punto.


El descenso nos llevó media jornada, volviendo para comer a las praderas de San Nicolás y pronto comenzar el camino de regreso a casa después de un fin de semana bien aprovechado.