Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

martes, 27 de septiembre de 2011

Cueva Fresca




Crónica de Alicia Humara.


Sábado 24 de septiembre, hemos quedado en Solares a las 9:30. Carlos no puede acompañarnos porque curra, así que le digo a Fonso que pase a buscarme por casa. Llegamos al aparcamiento de la estación y allí están Jesús y David esperándonos. Llamamos a Ivan y nos dice que todavía esta en casa, así que decidimos ir tirando hasta Arredondo y esperarle allí. Camino de Arredondo recibo la llamada de Julio, que dice que hemos salido pitando de Solares y le hemos dejado en tierra.
Una vez estamos juntos en Arredondo ( Julio, David, Jesús, Oscar, Naghy, Fonso y yo) seguimos esperando a Ivan y Cris, y decidimos ir hasta las Casucas del Asón para ir cambiandonos. A las 11:30 estamos todos cambiados y seguimos esperando. Al poco rato llegan  un poco mosca por no haberles esperado en Solares.
Ahora sí el grupo esta completo y cogemos camino de la boca de Cueva  Fresca, en donde solo hemos estado Julio, que no se acuerda muy bien de ir hasta ella, David, que estuvo en unas practicas de espeleosocorro y tampoco lo tiene muy claro, y yo, que estuve durante mi curso de iniciación, hace 3 años.
En la subida Julio se "desubica" así que yo hago de guía, y después de tanto tiempo llego a la boca a la primera.
Acabamos de cambiarnos y nos dirigimos a los laminadores, en donde sopla un aire muy frío que no acompaña para estar mucho tiempo en ellos, y es que por algo la llaman la Fresca.
Ayudamos a Naghy y Cris a subir la primera cuerda y rapidamente pasamos a la sala, pues en la boca hay mucha corriente. Bajamos la rampa con mucho cuidado y llegamos a los pasamanos. Al llegar al bloque 64, les enseño la gatera, y les doy la opción de pasar por ella o seguir por el pasamanos. David, Cris, Ivan, Jesús y yo pasamos por ella, el resto continua por el pasamanos que pasa justo por encima.
Primero es el déjate caer, después dos pasamanos, y.... no se puede pasar, hay un pozo (dice Jesús) pero si miras bien hay una flecha que te indica una gatera ascendente. Jesús lo intenta el primero de cara, pero no puede  y lo deja. Me coloco boca arriba y le enseño como hacerlo, con la espalda apoyada en la gatera. Luego lo vuelve a intentar Jesús y sale arriba, con manos y cabeza primero, como en un parto. La siguiente es Cris, que al segundo intento saca la cabeza por la parte superior, la agarramos de los brazos y para arriba.
Ahora le toca el turno a David, lo intenta y se queda encajado, le intentamos subir y no podemos. Nos entra la risa, y David cada vez esta más cabreado por hacerle fotos en esa situación. Por fin consigue salir, y detras lo hace Ivan.
Continuamos por una zona muy embarrada hasta el paso Tracastin, en donde nos espera el resto del grupo, ya al otro lado, para comer junto a los pies del Cruce de la Araña. Empezamos a subir la Araña y Naghy se empieza a bloquear, diciendo que no puede. Ya en la parte superior, la convencemos para seguir el pasamanos, pues no quería seguir por pensar que era una carga. Nadie es una carga, tan solo unos son más hábiles que otros, y los que más saben ayudan al resto. Somos un grupo de amigos que van a pasárselo bien, en donde nadie estorba a nadie ni es una carga. Ya veremos nosotros con 20 años más. Pasada la Araña Oscar y Naghy se felicitan a su manera.



Nos dirigimos a la Sala Rabelais y nos encontramos con otro pasamanos y Naghy vuelve a recular, pero no se si por pesados o porque la apetece continua. Admiramos la sala, inmensa. Algunos decidimos dar una vuelta y así comprobamos aún más su inmensidad.
Naghy, Julio, Fonso y yo nos damos la vuelta poco a poco hacia fuera. Naghy sube la araña como una total experta, y colgados en el pasamanos, Fonso nos ilumina con su luz la gran estalagmita, que con más de 6 metros de diámetro, creo que es la mayor de España.
Llegamos poco a poco a los pasamanos, los superamos y subiendo la colada nos alcanzan Jesús y Oscar.
En la salida foto de grupo de rigor y nos vamos a cambiar al coche. Una vez cambiados, Julio nos baja hasta Arredondo, en donde el grupo, excepto Fonso y yo que volvemos  a casa para cenar con Carlos y contarle como nos ha ido la jornada, se queda a picotear algo por la zona.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Expedición Trummelbach

¿Alguien se anima para ir a descender este barranco suizo?
A mi después de ver este gran vídeo, como que se me han quitado un poco las ganas.
A ver si sale algún valiente.......

lunes, 19 de septiembre de 2011

Cueva del Churrón


El día de la Bien Aparecida, festividad en Cantabria para casi todos, aprovechamos la soleada tarde que hacia para ir a visitar esta cavidad de 2.240 metros de desarrollo situada en la localidad de Ocejo (Luena). Quedamos después de comer en Puente Viesgo, en donde nos juntamos Alicia, Belén, Oscar, Naghy, Ivan, Eloy (amigo alicantino de Ivan) y yo, para desde esta localidad dirigirnos carretera del Puerto del Escudo, hasta llegar a la localidad de Entrambasmestas, en donde tomaremos el desvío hacia la Vega de Pas. Aproximadamente a unos 2,7 km encontraremos un cruce a la izquierda que nos lleva a la localidad de Ocejo. Aparcamos en una explanada que hay junto al viejo puente sobre el río Pas, mucho antes de llegar a dicha localidad.
Nos cambiamos y empezamos el camino de aproximación por un sendero que va paralelo al río (dirección la Vega), hasta encontrar a unos 500 metros la Cascada del Churrón. Nos deleitamos con la vista, aprovechamos para mojarnos y refrescarnos un poco, pues hace bastante calor, y comenzamos los escasos metros de subida que hay hasta la boca de la cueva.
La boca de entrada, de pequeño tamaño, esta 5 metros por encima de la resurgencia, siendo esta impenetrable. Las aguas de la Cascada proceden del sumidero de Millajo, cavidad de unos 700 metros situada al otro lado de la montaña y que no se ha logrado comunicar con la cueva del Churrón.
Poco a poco vamos entrando en la cueva hasta una pequeña sala en donde vemos el curso del río. Continuamos por un meandro entre bloques dejando pequeñas marmitas a nuestros pies. Llegamos hasta un punto en donde encontramos un tubo de plástico situado verticalmente y en este lugar tenemos que subir al piso fósil. A estas alturas estamos encantados con lo bonita y diferente que es la cavidad.
Mas adelante volvemos a bajar hasta el nivel del río y lo seguimos hasta llegar a un sifón en el que Ali mira a ver si hay continuación, pero el resultado es negativo.


Así que nos damos media vuelta y volvemos hasta una pequeña sala en la que después de hacer una pequeña trepada, volvemos a subir al nivel fósil. Una vez estamos en este nivel, encontramos bastantes puntos de topografía, con un nombre y las fechas en que fueron hechas (1999/2000) que quizás a algún miembro de nuestro club le suenen de algo.
Seguimos caminando entre bloques desprendidos por galerías rectilíneas, hasta llegar a un paso un poco complicado, en donde tenemos un aro de cinta empotrado en un bloque que nos ayuda a superar este aéreo paso. A estas alturas Oscar, Naghy e Ivan han decidido que vuelven poco a poco hacia el exterior, mientras el resto del grupo continuamos hacia adelante.
Poco a poco las galerías se van haciendo mas pequeñas, hasta llegar a una gatera bastante larga y con el suelo llena de cantos rodados. Nos preguntamos si queremos continuar y arrastrarnos un poco. Eloy y Alicia no están mucho por la labor, Belén si esta muy animada a seguir y con un poco de animo por mi parte continuamos la progresión. Esta gatera sin ser muy estrecha si que es demoledora por la presencia de las piedras en el suelo. Una vez superada, la cosa se estrecha cada vez más y notamos un soplo de aire que nos invita a seguir por alguno de los pequeños agujeros que hay en la zona. Llegamos a una pequeñísima sala en donde encontramos las únicas formaciones que veremos en toda la cueva, y continuamos unos metros más hasta que decidimos que es la hora de volver y juntarnos en la calle con nuestros compañeros.
Durante el camino de vuelta nos encontramos en un pequeño recoveco del techo un gran termómetro, que pensamos que quizás sea para algún estudio, lo volvemos a dejar en su sitio y seguimos el camino de retorno hasta el exterior, en donde ya empieza a anochecer. Sin demorarnos más, emprendemos el camino de retorno hasta el lugar donde tenemos los coches, y allí están nuestros compañeros esperándonos ya cambiados para ir a tomar un refrigerio a Ontaneda, en donde charlamos sobre la cueva visitada y hacemos planes para futuras salidas.


Rio de Castrejón (2ª parte .- El descenso)


Seis de la mañana del día 10 de Septiembre, oigo la sirena del curro que por fin me permite salir para ir a buscar a Alicia y posteriormente dirigirnos hasta Puente San Miguel, en donde a las siete y cuarto hemos quedado con Jesús, David y Carmen para ir a bajar el barranco del Río Castrejón, que tan esquivo nos fue el primer día que intentamos su descenso. Cuando ya estamos todos reunidos, comentamos la idea de subir por la pista desde Ledantes y así el evitar llevar dos coches, o bien volver a ir a la cabecera del barranco desde el Puerto de San Glorio, camino bastante duro que ya conocemos. Al final decidimos ir en un solo vehículo y subir por lo que intuíamos sobre el mapa que iba a ser una larga y fuerte subida hasta los Puertos de Riofrío.
Durante las dos horas de trayecto en coche hasta Ledantes intento dormir algo, pero las curvas del desfiladero de la Hermida no me lo permiten. Llegamos a Ledantes a las 9:30, le preguntamos a un lugareño cual era el camino hacia Riofrío, y este amablemente nos lo muestra, tan amable, que hasta nos cuesta alejarnos de él, en parte porque no quita el codo que tiene apoyado en la ventanilla de la furgoneta. Nos despedimos del paisano y a unos centenares de metros dejamos aparcada la furgoneta, junto al río de San Andrés y una señal que avisa de la prohibición de circular con vehículos a motor. Nos cambiamos y comenzamos a caminar por la pista que al principio va llaneando entre prados, para enseguida empezar a subir decididamente entre un bosque hasta los Puertos. El camino cada vez tiene más pendiente, y algunas rampas se hacen demoledoras, pero el esfuerzo se ve recompensado en parte porque tenemos unas vistas muy buenas sobre los macizos Central y Oriental de Picos de Europa. Tardamos aproximadamente unas 2 horas en subir hasta que el camino empieza a perder pendiente y se junta con otra pista que viene de Dobres. Aquí la pista nos da una tregua, pero aún nos queda mucho camino por andar.


Ahora la pista se dirige decididamente hacia la pared norte de Peña Prieta, que parece estar a nuestro lado, pero que se alza aún bastante lejos. Es en este trayecto, en el cual David y yo empezamos a pasarlo bastante mal, él porque viene de una baja y yo por no haber podido dormir nada. Nos fijamos como meta llegar hasta el pequeño refugio que hay en la divisoria con el Valle del Cubil del Can, para allí comer algo y reponer fuerzas. Durante este tramo de pista nos encontramos con algunos cazadores que circulaban con su todoterreno por la zona.
La llegada al refugio es con cuenta gotas, primero veo desde la lejanía como llega Jesús, luego Carmen y Ali, y David y yo lo vemos como un espejismo no muy lejano. Cuando llegamos al refugio comemos y bebemos hasta recuperar bien las fuerzas. Hemos tardado casi 3 horas y media hasta este punto y todavía nos queda otra media hora de camino descendente hasta la entrada en el río.

Son las dos de la tarde cuando hemos superado los primeros resaltes sin equipar del barranco, bajamos por una pedrera hasta el cauce, nos ponemos el neopreno y comenzamos, hoy sí, el descenso de este barranco.
El río comienza a descender entre bloques, hasta llegar al primer rapel de 15 metros, al que le sigue una serie de resaltes y un pequeño rapel de 1o metros. Poco después entramos en la primera zona estrecha del barranco con dos rapeles seguidos, el primero de ellos característico por el gran bloque que hay empotrado entre las paredes, seguido de otro de 8 metros.
Acaba el estrechamiento y continuamos con algún resalte y otros tres rapeles de 17, 10 y 35 metros (mayor vertical del barranco). Posteriormente nos encontramos un largo tramo de cauce horizontal (aproximadamente 750 metros) en el cual el agua se filtra, volviendo a surgir más adelante.
Superado este tramo, durante el cual hacemos una parada para beber y comer algo, nos encontramos con algún resalte no equipado que se puede evitar por los laterales, y llegamos a otra zona estrecha en donde nos encontramos cinco rapeles seguidos de 8, 30, 10, 15 y 20 metros respectivamente. Este pasillo es muy estético y de lo más bonito del barranco.
Después el barranco vuelve a abrir y nos encontramos con una serie de resaltes, alguno bastante difícil de superar, y algún rapel no equipado que se evita con mucho cuidado por la izquierda. Posteriormente nos volvemos a encontrar otra zona bonita y estrecha (en algún punto no mas de un metro y medio) con cuatro rapeles seguidos de 16, 20, 10 y 11 metros. Para llegar al anclaje del rapel de 20 metros hay un resalte bastante jodido por la derecha, así que nosotros decidimos alargar el rapel anterior y bajar con cuerda hasta la chapa.
Superada esta zona preciosa del barranco, el río se vuelve a abrir y nos encontramos con una zona de resaltes, algunos de ellos muy difíciles de superar, hasta llegar a la parte final del barranco con dos rapeles más de 16 metros cada uno. Superado este último rapel nos encontramos con otro sin equipar, pero que se destrepa con facilidad por un agujero que hay a la derecha. Nada más superar este resalte cogemos un sendero a nuestra derecha que entre helechos nos lleva a un prado cercano, lo atravesamos, cruzamos el Arroyo de La Viña y al poco rato salimos a la jodida pista que tan mal nos lo ha hecho pasar por la mañana. El camino ahora es descendente, pero aún así me cuesta caminar. Durante el barranco no he notado la falta de sueño, pero ahora sí que empiezo a notar la fatiga. Nos ha llevado el descenso unas 5 horas.
En apenas 30 minutos estamos en el lugar donde hemos dejado el coche, nos cambiamos y decidimos ir hasta la Vega de Liebana en donde poder comer unos buenos huevos con chorizo y tomar unas buenas cervezas para dar por concluida esta larga y buena jornada de barranco.

Como resumen decir que el barranco es muy deportivo, con 18 rapeles y muchos destrepes que también pudieran ser equipados para rapelar, bonito y estético, pero que dado lo difícil de su aproximación y lo aislado del lugar, sin ningún escape posible, hacen de él un barranco duro y exigente, no accesible a cualquiera.

martes, 13 de septiembre de 2011

Rio de Castrejón ( 1ª parte .- La pifia )


Apenas un mes y medio después de la apertura de este barranco por el equipo de Xanclas, ( http://xankleteando.blogspot.com/2011/07/primer-descenso-rio-de-castrejon.html ) nos propusimos el ir a descender este nuevo barranco situado en los limites de Cantabria con Palencia, más en concreto, en el Valle Cubil del Can, en la zona de los Puertos de Riofrío.
El plan era casi perfecto, subir el sábado desde Puente San Miguel (en donde habíamos quedado) hasta la zona del Puerto de San Glorio en donde pasaríamos la noche, ver el amanecer desde el Collado de Llesba y posteriormente realizar el descenso.
El grupo esta formado por Julio, Carmen, Jesús, Ali y yo. Llegamos a San Glorio tarde, ya de noche cerrada. Soplaba un viento helador y juntamos las 2 furgonetas para que nos protegiera de este molesto viento y de esa forma poder preparar una barbacoa para la cena y la posterior sesión de sobremesa. Durante la amena y larga charla nos damos cuenta de que el viento por fin a dejado de soplar, situación que se agradece mucho, pero que no es nada halagüeña para el día siguiente. Cuando nos introducimos en las furgonetas para dormir, no fijamos una hora de diana para levantarnos, confiamos en que los rayos del sol sean tan fuertes y molestos que no nos dejen dormir.

Me despierto sobre las 6 de la mañana, levanto la cabeza para mirar por la ventanilla de la furgoneta y veo que la visión del amanecer que tanto deseábamos , se nos va a chafar. Lo único que se ve son gran cantidad de nubes blancas que cubren por completo el macizo Central y Oriental de los Picos de Europa . Me vuelvo a tumbar e intento dormir algo más, esperando que cuando nos levantemos esas nubes hallan desaparecido.
El sonido de los campanos de unas vacas, guiadas por un viejo pastor a nuevos pastos y el merodear de un perro por las furgonetas, hace que por fin todos nos despertemos. Poco a poco vamos saliendo de las furgonetas y volvemos a comprobar que la situación no ha cambiado. Toda la zona de Picos esta completamente cerrada de nubes, pero afortunadamente, la zona por donde vamos a subir hasta las faldas de Peña Prieta esta un poco más despejada.
Desayunamos, recogemos todo y nos dirigimos puerto abajo, dirección de Ledantes, en donde dejaremos uno de los vehículos. Volvemos a subir el puerto, situación esta que se hace bastante pesada, hasta que aproximadamente sobre las 11 de la mañana comenzamos a caminar el largo tramo de aproximación hasta la cabecera del barranco.


La subida hasta la Peña del Portillo de las Yeguas, se hace dura, sobre todo con la mochila cargada hasta arriba. Una vez en el alto, el camino es mas suave aunque no deja descanso alguno hasta llegar al Collado del Robadoiro. Una vez en este Collado es cuando llega la autentica pifia del día. Unos (Jesús y yo) decimos que la bajada hasta la cabecera es por un lado del valle, mientras el resto dice que es por el otro. Después de mirar y remirar el mapa los convencemos de que el camino bueno es el nuestro, y este es el Valle del Cubil del Can por el que debemos de bajar. Después de parar un rato a descansar y recuperar fuerzas comiendo algo, emprendemos camino de lo que creemos es la cabecera del barranco.
En la bajada vemos pequeñas cascadas que nos hacen pensar que hemos acertado con la decisión tomada. Llegamos a una zona en la que el valle se empieza a estrechar mucho y llega el momento de bajar hasta el cauce del río. Todavía sin ponernos el neopreno evitamos algún resalte y una cascada de unos diez metros por un lateral. Sabíamos que había alguna cascada del comienzo sin instalar, pero ya hemos dejado atrás unos cuantos resaltes, y comenzamos a pensar que este no es el Río Castrejón. Alicia decide adelantarse para comprobar los siguientes metros del río y a su vuelta dice que no ha visto nada instalado, y como estábamos con la mosca detrás de la oreja por si habíamos acertado con el camino, pensamos que hemos metido la pata hasta atrás y decidimos volver a subir y comprobar la otra parte del valle, decisión que no fue la mas acertada.
Hasta los huevos de pasear la puñetera mochila de un lado para otro, llegamos a un pequeño refugio que hay al pie de la pared norte de Peña Prieta, donde nos ponemos a comer y dejar la búsqueda del barranco para cuando recuperemos fuerzas.
Acabamos de comer y descendemos un poco por esta parte del valle que cada vez es más amplio, hasta darnos cuenta, que ahora sí que la hemos cagado, pero bien. Es lo que tiene ser como canicones (S.C.C.). Estamos en los Puertos de Riofrío.
Desandamos lo andado hasta llegar al refugio, comentando que es lo que vamos a hacer, puesto que paseo por aquí, una vuelta por allá, y harto de pasear la mochila ya casi son las cuatro de la tarde.
Unos queremos entrar, aunque ya no es lo más prudente por la hora, lo largo del barranco y una niebla espesa que esta metida en él , y otros lo quieren dejar para otro día, la opción más sensata. Al final gana la sensatez y decidimos dejarlo para otra ocasión y emprender el camino de vuelta.
Cuando llegamos de nuevo al puerto de San Glorio son las 6 de la tarde (aproximadamente 7 horas después de nuestra salida) tomamos unos kalimotxos bien frescos, que en parte hacen disminuir el cabreo, cansancio y la decepción que tengo y nos vamos a buscar el segundo coche a Ledantes, donde aprovechamos para visitar la famosa Pisa o Batán de este pueblo, no sin antes comprometemos a volver en un breve plazo de tiempo a descender este barranco que tan esquivo nos ha sido este día.


viernes, 9 de septiembre de 2011

Salto en el Puente La Vidre (Garganta del Rubó)

El pasado mes de julio, nos fuimos a descender la Garganta del Rubó Alicia, Jesús, David, Lolo y un servidor. Descendimos el Rubó integral, y al acabar el barranco David y Lolo todavía tenían ganas de saltar desde lo alto del puente La Vidre. No se exactamente cual sera su altura (12- 15 metros) pero os puedo asegurar que desde lo alto del puente el agua esta muy pero que muy lejos. Os dejo un vídeo de su salto.


jueves, 8 de septiembre de 2011

Cueva del Escalón


El viernes por la tarde en la reunión del club, no teníamos muy claro que actividad hacer el sábado.Después de barajar varias posibilidades decidimos que iríamos a visitar la Cueva del Escalón, situada a escasos metros de la boca de Coventosa. A la actividad nos apuntamos Fran, Matias, Carmen, José Miguel, Fonso, Belén, Alicia y yo. Quedamos para el día siguiente en Solares, en el lugar de siempre.
El sábado amanece triste y nuboso, incluso con alguna llovizna, motivo por el cual Jesús, que tenía que hacer alguna tarea al aire libre, decide que se une a nosotros para la visita. Cuando llegamos a Solares, Carmen nos dice que tenemos la baja de José Miguel, que ha tenido algún problema con un tobillo y esta vez no podrá acompañarnos.Le deseamos una pronta recuperación, y queda pendiente la sesión fotográfica para otra ocasión.
Una vez estamos todos, cogemos carretera de Arredondo, y desde este pueblo dirección a La Sía, para desviarnos a 3 Km en el Puente Nuevo y subir hasta el aparcamiento de Val de Asón, lugar donde dejamos el coche. Nos cambiamos y tomamos el camino que se dirige hacia la Cueva Coventosa. Al pasar por delante de su boca notamos un aire frío, helador, que en esta ocasión se notaba mucho más que en otras ocasiones. Superada la entrada a Coventosa, ponemos toda nuestra atención en no pasarnos un sendero algo marcado a la izquierda, pero aun así, el grupo de cabeza se lo pasa, hasta encontrar unos metros más adelante otra pequeña cueva en la que Fonso entra para ver si estamos en el Escalón o en otra cavidad. Fonso nos confirma que esa no es la cueva que buscamos. Cuando llega Alicia a escasos metros de nosotros, localiza unos metros más atrás un sendero y empieza a subir por él para comprobar si ahora estamos en el buen camino. Al poco tiempo un fuerte silbido nos confirma que hemos encontrado la boca de la Cueva del Escalón.
En unos minutos todos estamos a su lado, incluso " kuki " la perrita de Carmen que también entrará en la cueva. La boca es de 10 metros de anchura por 5 de altura y va descendiendo entre bloques hasta una gran galería con grandes formaciones estalagmíticas y algún que otro gour alimentado por filtraciones del techo. La cueva casi en su totalidad es esta gran galería (El Cañón) de unos 500 metros de longitud. Continuamos por esta galería hasta encontrar una cuerda que nos facilita una pequeña trepada y un poco más adelante llegamos al lago, que afortunadamente para nosotros esta muy bajo de nivel y no llega a cubrir las rodillas. Por la marcas de las paredes vemos que en alguna ocasión podría alcanzar hasta el metro y medio de altura y unos cien metros de longitud.
Superado este divertido obstáculo, seguimos avanzando hasta llegar al final del tramo horizontal de la cueva, en donde nos encontramos una cuerda que sube a las salas del nivel superior, pero antes avanzamos por una pequeña gatera hasta una minúscula sala muy bonita y concrecionada, en donde pasamos unos minutos admirando su belleza.


Volvemos a salir hasta donde esta la subida al nivel superior, nos ponemos los aparatos de vertical y empezamos a subir ( todos excepto Belén y Carmen que se quedan esperando) por una cuerda en no muy buen estado de aproximadamente unos 10 metros. A esta le sigue otra de parecida longitud, y posteriormente un pasamanos ascendente hasta llegar a una zona en donde abundan las formaciones excéntricas. Seguimos subiendo por el pasamanos hasta una pequeña sala en donde nos encontramos otra cuerda ascendente que dará paso a las dos últimas salas de la cueva. A estas alturas ya estamos sorprendidos por todo lo que hemos subido, pues en principio nos habían comentado que tan solo nos encontraríamos con una "pequeña cuerdecita". Superado este nuevo pozo, llegamos a una gatera arenosa y decorada con un curioso fuerte, en donde hay figuras de barro tales como aviones, tanques, etc, que nos lleva a la Sala del futbol.
Esta sala es de gran tamaño y que tiene rincones muy bellos de concreciones y una gran colada en su parte central. Una vez hemos realizado las fotos de rigor volvemos por la gatera hasta la repisa desde donde poder acceder a la Sala Blanca. Algunos hacen una rápida visita a esta sala, y comenzamos la bajada, pues ya hace un buen rato que hemos dejado a Belén y Carmen y seguramente tengan algo de frío.
Yo voy cerrando el grupo, y veo desde las alturas, como los compañeros que ya han acabado la bajada van cogiendo camino de salida por la galería del Cañón. Acabo de bajar el último pozo, con mas pena que gloria, pues a la cuerda se le ve todo el alma y han hecho un nudo que soluciona en parte el problema, pero aún así bajo cagando leches hasta encontrar a Matias y Fran, que me están esperando para volver hasta la boca de entrada y juntarnos con el resto del grupo. Allí comentamos el estado de la cuerda, situación a la que algunos hemos dado más importancia que otros, y decidimos que ya es hora de ir a recuperar fuerzas en algún restaurante de Asón, si nos quieren dar de comer, pues ya es bastante tarde.
Una vez nos hemos cambiado y ya en Asón, vamos hasta el restaurante Coventosa, en donde todavía hay mucha gente comiendo y eso que son algo más de las cuatro y medía de la tarde. Preguntamos si nos pueden dar de comer, y nos responden que si, que a cualquier hora que vayamos nos atenderán. Esta frase la guardamos en la memoria para futuras visitas a la zona. Después de esperar un buen rato, por fin nos atienden y comenzamos a comer hasta estar bien llenos, incluso a alguno le hicieron en ese momento "el hombre mas feliz del Mundo", con sus solomillos con huevos fritos y patatas, y si no que se lo pregunten a Fonso.

>