Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

viernes, 26 de octubre de 2012

Cascadas de Lamiña o de Doña Úrsula


Al día siguiente de visitar Cueva Fresca, nos desplazamos hasta la localidad de Lamiña (Ruente) para ir a conocer las Cascadas de Lamiña o de Doña Úrsula como las conocen la población local. La idea era  ir temprano, hacer ganas de comer y acabar pronto para ir a buscar un restaurante en donde meternos un buen cocido montañés.
Sobre las 10:30 de la mañana comenzamos a caminar (Mónica, Chus, Alicia, Belén y yo) por una buena pista en la que se alternan las praderías, setos, bosquetes y alguna repoblación de eucaliptos, que nos conduce hasta la Ermita de San Fructuoso. El camino esta bien señalizado y apenas tiene perdida.
Después de una bajada conectamos con otra pista que viene del pueblo de Barcenillas, pista que utilizaremos para el regreso. Seguimos caminando tranquilamente, con una temperatura ideal, bajo un cielo que amenazaba con llover aunque al final no lo hizo en todo el día, hasta que en mitad de una subida dejamos la pista principal.


Justo después de superar un paso canadiense, nos adentramos a la derecha en un bello bosque de robles, hayas, avellanos y castaños, siguiendo un sendero muy marcado que en poco tiempo nos lleva a la confluencia de los arroyos Moscadoiro y Laguillo con el arroyo Barcenillas, llegando a las Cascadas de Lamiña, un bello y recóndito lugar.

                        

Después de la sesión fotográfica de rigor, emprendemos el camino de vuelta, no sin antes visitar otra pequeña cascada situada un poco más arriba.


Comenzamos el camino de vuelta, por un sendero que nos conduce en pocos minutos de nuevo a la pista principal, desandando el camino hasta la pista que venía de Barcenillas, siguiéndola en esta ocasión paralelos al río, teniéndolo que vadear en un punto. Durante todo el camino encontramos gran cantidad de setas, pero en el recorrido por esta pista nos llamó la atención la gran cantidad de ellas que encontramos.


Justo antes de llegar al pueblo de Barcenillas tomamos un desvío a la izquierda, que en subida nos lleva por mitad de un bosque, siguiendo la ruta de los Foramontanos hasta el pueblo de Lamiña, cerrando así un bonito y tranquilo paseo matutino de algo menos de tres horas.


Sin mucho tardar, nos fuimos a buscar un restaurante en donde continuar con el siguiente plan del día: Cocido montañés, entremeses, estofado de venado, escalopines, postre, agua, pan, vino y gaseosa, que si bien no fueron del todo de nuestro agrado, si que nos dejaron bien llenos.
Ya de vuelta a casa y para concluir la jornada, paramos en Ruente para visitar la Fuentona, que en esta ocasión iba bien cargada por las recientes lluvias.


            

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