Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

jueves, 22 de marzo de 2012

Cascadas de Aguake




Después de haber descendido las Cascadas de La Tobería y  comer, cogemos dirección Antoñana, para ir a descender las Cascadas de Aguake. Nada más salir de Andoin, nos cae un chaparrón de los buenos, que hace que dudemos si ir a realizar el descenso o volvernos para casa, pero la lluvia cesa en poco tiempo y unos kilómetros más  adelante la carretera vuelve a estar completamente seca. Llegamos a Antoñana y cogemos la carretera que nos lleva hacia el pueblo de Sabando. A unos 3 kilómetros nos encontramos a la derecha con el molino de Oteo, lugar donde dejamos el vehículo.
Cuando bajamos de la furgoneta hace un viento helador, que hace que Paula se piense dos veces el ir con nosotros a descender el barranco. Bueno, en realidad yo creo que todos pensamos lo mismo que ella, pero una vez que estábamos allí era de cobardes el no descenderlo. Además, la aproximación es "muy dura", tan solo hay que subir una corta cuesta de la carretera, meterse en el río y ya estamos en la primera cascada.
Realizamos este primer  rapel  de unos 10 metros y nos salimos del cauce para ir andando por un campo de cultivo (con mucho cuidado de no pisar la siembra)  varios cientos de metros.


Pasamos una alambrada  y nos volvemos a meter al río. Pronto el  cauce se encañona y tras pasar una larga poza en la que soltamos algún que otro grito, y eso que no nos cubre por completo, llegamos al segundo rapel de 3 metros. Al realizar este rapel  ya nos toca el mojarnos por completo, pues en su base hay una buena poza. Nos tenemos que rendir ..... ¡Ríndete  Paula! ¡No luches!.....


Seguimos  por una zona bonita y encañonada (aunque muy corta), atravesando badinas y resaltes hasta llegar al último rapel, la Cascada de Aguake, que da nombre al barranco. Esta cascada tiene una altura de 8 metros y es un bello y tranquilo lugar.


Abandonamos el cauce del río después de haber descendido el barranco en aproximadamente una hora. Cogemos una pista a la derecha del cauce que se dirige hacia Antoñana, y cuando vemos que el terreno se suaviza y nos permite subir hasta la carretera lo hacemos. Ya tan solo nos queda el regresar por el asfalto hasta donde tenemos el coche, tardando aproximadamente 40 minutos.
Este barranco es muy asequible, no requiere mucho esfuerzo y posee rincones muy estéticos. Por contra decir que se hace muy corto, pero que como fue nuestro caso, para combinar con alguno de la zona viene genial.
Una vez nos hemos quitado el neopreno y estamos cambiados,damos por acabada esta buena jornada barranquista. Ya tan solo nos queda el regresar hasta nuestros hogares, en donde disfrutar de un merecido descanso.

        

No hay comentarios:

Publicar un comentario