Para la visita era necesario el tener que limpiar el pozo de entrada, de unos 25 metros, pues el acceso estaba lleno de zarzas, ortigas, ramas putrefactas, etc, que hacían que bajar por él fuese realmente poco apetecible. Para ello un primer grupo formado por Juan, Oscar, Naghy, Subi, Fran y Nano, había quedado a las 10 de la mañana en Puente San Miguel, bien provistos de machetes y guadañas para dar buena cuenta de toda la maleza. Al resto de los miembros del club que asistiríamos a la visita nos dejaron dormir un poco más la mañana, puesto que yo salía de currar a las 6, y los recién casados ( Chus y Mónica) todavía acusaban el cansancio del viaje de novios. Alicia y yo quedamos a las 11 con ellos, pero algo antes recibimos su llamada, que han tenido un primer percance (luego sabréis por que digo el primer) cuando al ir de camino en coche les han dado un golpe, arrancándole el espejo retrovisor de cuajo, dándose el otro conductor a la fuga.
Cuando al fin les vemos en Puente San Miguel ( un poco menos morenos de lo que yo esperaba), nos cuentan la persecución que tuvieron que hacer para detener al fugado, y como aún muy nerviosos llegaron a un acuerdo amistoso.
De camino a La Cotera (pequeña población cercana a Celis) hablamos de como les fue su viaje de novios y que se lo habían pasado en grande. Justo antes del cartel con el nombre del pueblo, y al lado de la carretera, vemos a nuestra izquierda aparcados los coches de nuestros compañeros en un pequeño ensanchamiento. Aparcamos al lado de sus coches y al bajarnos vemos a escasos metros, como en un extremo del prado esta parte del grupo. Pensábamos que pudieran haber entrado ya en la cueva por nuestra tardanza, pero nos acercamos a donde se encuentran y vemos que están acabando de limpiar e instalar la sima. La verdad es que hicieron un trabajo muy bueno, dejando la bajada de lujo. Nos cambiamos y sobre las 13:30 empezamos a bajar por las dos cuerdas que instaló Subi, una con dos fraccionamientos y la otra con tres.
Tras algún despiste y alguna parada para descansar llegamos a la base del pozo de salida, en donde vamos a tener el segundo y gran susto del día. Me pongo a subir el primero, y a mi lado Chus. El pozo no es muy amplio, pero suficiente para los dos. Durante la subida Chus me adelanta casi ya en el exterior (su cuerda tiene menos fraccionamientos). Detrás de nosotros ya han comenzado a subir Mónica y Alicia y están en el primer fraccionamiento, pero cuando Chus pisa la pared para ayudarse en la salida, un trozo del tamaño de una pelota de balonmano se separa de ella y sale disparado hacia abajo. No se por que motivo yo me encuentro mirando hacia abajo cuando Jesús grita ¡piedra!, y en esa posición me quedo viendo como la piedra pasa junto a mi, pero impactando varios metros más abajo de forma brutal sobre el casco de Mónica, y pasando a escasos metros de la cara de Alicia, que estuvo rápida de reflejos esquivando la roca (como luego apreciamos en el vídeo que capturó Juan ).
En un primer momento pensé que Mónica se pudiera haber hecho bastante daño, pero también que la roca en su camino pudiera haber herido a alguien de los de abajo. Afortunadamente todo quedo en un gran susto y un leve dolor de cuello.
Una vez estábamos todos en el exterior sanos y salvos, los comentarios y las risas estaban servidos. Se hablo de algún seguro matrimonial de gran cantidad de dinero, de divorcio, pero yo creo que todo fue como venganza, por haber metido Mónica un poco de tierra en el bocadillo de Chus durante la preparación en el interior de la cueva. ¡Quien sabe! Habrá que estar atento en futuras salidas.
Terminamos de cambiarnos y de recoger todo, para ir a tomar un bien merecido y caro "refresco", antes de volver a casa habiéndonos quitado una deuda pendiente que teníamos con esta bonita cueva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario