Invitados por la gente del club Cota Mínima Cantabria, este pasado sábado 5 de Octubre nos fuimos a realizar la travesía del Soplao entre las bocas de Torca Juñoso y Torca Ancha. Esta visita estaba en nuestras mentes desde hacia mucho tiempo, pero por una u otra circunstancia nunca tuvimos la oportunidad de realizar esta preciosa travesía, que según nos comentaban era espectacular.
Después de quedar con Ivan, Cris y David en Puente San Miguel nos desplazamos hasta Unquera, en donde nos esperaban otros espeleólogos del grupo riojano Espeleogel, que nos acompañarían en la visita a la cueva. Tras las oportunas presentaciones y tras realizar unas compras de última hora, nos dirigimos hacia la Cueva del Soplao, mas en concreto hasta el alto de La Florida, fácilmente reconocible por la presencia de un repetidor de telefonía en lo más alto. En este lugar disfrutamos de las bonitas vistas que tenemos, antes de ponernos a cambiarnos y preparar el material necesario.
Emprendemos el camino de acceso a Torca Ancha (la primera de las torcas que nos encontraremos en nuestro camino) por una pista descendente no apta para vehículos. Cuando acaba esta pendiente y la pista empieza a bordear un bosque, hay que penetrar en él no más de 50 metros para tropezar con Torca Ancha, encontrándonos un enorme tejo que nos servirá de anclaje, aunque a pesar de tener más de 20 metros de diámetro y debido a la vegetación, la boca no es tan visible como pudiera esperarse.
Dejamos instalando la Torca Ancha (-104 metros) a José María y Jose, mientras el resto seguimos por el camino unos cientos de metros hasta la boca de Torca Juñoso (-117 metros), de fácil localización pues un vallado a nuestra izquierda, en los límites de un prado, evita las posibles caídas del ganado a la sima. Ivan baja el primero, instalando el pozo de bajada con varios fraccionamientos hasta llegar a -42 metros.
Nada más entrar en la sima ya empezamos a ver la belleza de la cavidad, quedando alucinados. Subimos por una colada unos 4 metros y tomamos el camino de la derecha, que nos introduce en una galería amplia y muy concrecionada. Unos 20 metros después nos encontramos con un resalte de 10 metros, realizando el camino hasta el siguiente pozo por encima de coladas e inmensas estalagmitas.
Encima de una colada vemos el esqueleto de un perro que seguramente cayó por una boca actualmente taponada. Tan solo llevamos una mínima parte de la travesía, pero ya estamos encantados con la experiencia y la belleza de Torca Juñoso.
Llegamos a la cabecera del mayor pozo de la travesía (43 metros) amplio y aéreo desde la cabecera, que nos deposita en una sala en donde nos ponemos a dar buena cuanta del bocadillo, eso sí, después de admirar un bonito nido de pisolitas y un esqueleto incrustado en una colada.
Reanudamos la marcha tomando el ramal de la derecha, destrepando entre enormes y bellas estalagmitas unos 22 metros hasta llegar a la preciosa Sala de la Unión, en donde buscamos a nuestra izquierda una pequeña cascada.
Trepamos la pared en donde se encuentra la cascada (unos 10 metros) y nos introducimos por un minúsculo agujero que nos costó encontrar un rato. Al entrar en la pequeña galería que allí se abre, bastante estrecha, vemos el curso del río que forma la cascada, siguiéndolo y superándolo en altura, llegando de este modo a unas galerías amplias y muy concrecionadas con numerosas salitas.
Tras esta zona la galería se estrecha, convirtiéndose en una laberíntica gatera por la que progresamos hasta llegar a la Galería de la Unión, en donde encontramos un pequeño pozo de 9 metros que nos deposita en una sala llena de bloques. Continuamos por una diaclasa estrecha hasta encontrar la Galería del Alud, amplia y plagada de enormes bloques, que bordeamos por la izquierda hasta dar vista a unos catadióptricos al final de la sala. Nos cuesta localizar la gatera que nos lleva hacia las galerías de Torca Ancha, pero al final vemos una enorme flecha pintada en un bloque que nos indica el camino a seguir.
Pasamos la gatera progresando hacia arriba y a la derecha entre una laja y la pared (Paso del Mínimo), para mas adelante encontrarnos con la Galería del Tobogán, bajando la empinada rampa de arcilla hasta el final. Más adelante llegamos a la Sala de la Vagoneta, en donde salvamos un desfonde sujeto con vigas a la izquierda y dar vista a abundantes restos de la antigua explotación.
El recorrido por las galerías de Torca Ancha es más fácil que todo lo recorrido anteriormente y aunque también son bonitas, no llegan a la belleza de Torca Juñoso. En la Galería de la Cabra comienza el ascenso hacia los pozos de salida, por una empinada rampa que nos lleva a la base del primero de ellos, de 22 metros, en su mayor parte volados. Desde la cabecera de este pozo ya vemos la luz del día. Tan solo nos queda subir el segundo de los pozos , de unos 19 metros aéreos para dar por concluida la travesía, pero aún nos faltaba el volver a Juñoso para desinstalar el pozo de bajada.
Decir que todos aquellos que nos habían comentado de la belleza de esta travesía tenían razón, sin duda es espectacular y muy bonita. En total nos llevó unas 6 horas el realizar la travesía, sin contar los tiempos de instalación de ambas simas, pero la verdad es que pudiéramos haber estado dentro otras 6 horas más, pues el buen rollo que disfrutamos durante toda la jornada, unido a la gran belleza de la cueva hizo que pasáramos una jornada inolvidable.
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