Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

lunes, 15 de junio de 2015

Barranco Río Hijar


                                 

Último fin de semana de mayo, aprovechando el buen tiempo nos desplazamos Alicia y yo hasta la zona campurriana para conocer el Barranco del Río Hijar. Desde Reinosa cogemos la carretera que se dirige hacia la estación de esquí de Alto Campoo, dejando aparcado el coche en un amplio aparcamiento a mano derecha, justo antes de llegar al kilómetro 17 de esta carretera.


Una vez preparados cruzamos la carretera, dirigiéndonos hacia un cartel que nos muestra el recorrido de la ruta Camino de los Balcones al Oso. Empezamos a caminar por la pista que allí comienza, abandonándola a los pocos metros, para bajar campo a través buscando otra pista situada algo más abajo. Una vez en ella tan solo tenemos que caminar en dirección a la parte alta del cañón, llegando en apenas 20 minutos a Puente Dé, lugar donde comienza el descenso. Podemos entrar al cauce cruzando el puente o bien realizar un rápel desde la pared que hay antes de pasarlo. Cualquiera de las dos opciones es buena e incluso se pueden realizar las dos.

                                 

Puente Dé ya lo conocíamos de una visita anterior, pero esta vez podemos disfrutar más a fondo del lugar, viendo por la parte baja la enorme piedra que cayó de los roquedales y formó un puente natural hace muchos años. Más tarde el hombre lo terminó de convertir en un paso a la orilla boscosa, en donde habitan los últimos osos pardos cántabros.

                                 

Después de una zona de resaltes, en donde realizamos algún pequeño tobogán, llegamos al único rápel obligado (10 metros) encontrando la reunión entre unos enormes bloques en mitad del cauce.


Superado este bello lugar encontramos una poza en donde poder realizar unos saltos antes de continuar la marcha.

                                 

El cauce del río es bastante amplio, llegándonos incluso a pasar la reunión del segundo rápel (no obligatorio) pero Alicia volvió sobre sus pasos para realizarlo.


Poco más adelante encontramos el tercer y último rápel (evitable por la izquierda) quizás sea el más bonito del descenso, pero también puede ser el más peligroso con caudal abundante. La linea de rápel nos introduce en una pequeña bóbeda formada por un enorme bloque empotrado contra una de las paredes del cañón.

                                 

La salida de este diminuto oscuro se realiza por un pequeño agujero que  pudiera llegar a sifonarse en época de crecidas, aunque también es posible salir a la parte superior del bloque por una grieta o incluso por detrás del bloque.


Superado este obstáculo continuamos la marcha, unos pocos resaltes más y llegamos al puente de las Cervalizas, punto final del descenso.

                                 

Desde aquí seguimos el sendero que paralelo al río por la margen izquierda nos lleva hasta un cruce de caminos, girando a la izquierda y comenzando a caminar en subida entre el arbolado. Más adelante llegamos a un claro en el bosque, en donde unos hitos nos marcan el camino de subida hasta toparnos con la pista por la que realizamos la aproximación, desandando el camino hasta el coche. (35 minutos).

                 

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