Gracias a las nuevas tecnologías, no tan nuevas para alguno
pero si para mi, me puse en contacto con Carlos vía Wahtsapp y concretamos
quedar el sábado a las 9:00 para dirigirnos a la zona limítrofe de Alava y
Burgos para descender un par de barrancos. El día amanecía despejado y con
intenciones de ser un gran día para hacer barrancos, quizás era el día de
romper la maldición que me persigue hace dos años de no hacer ni un solo
barranco con sol, si no todo lo contrario, los he tenido hasta con nieve.
Después de recoger a Carmen en solares nos dirigimos Carlos, Ali , Carmen y yo
a la localidad alavesa de Tortura y tras algún despide y haciendo caso al GPS
llegamos a nuestro destino a eso de las 11:00. Aparcamos junto a la iglesia del
“pueblo” curioso pueblo con dos casas y
una iglesia… pero ya se sabe si hay iglesia hay pueblo!!
En la misma iglesia nos encontramos un cartel en el que se
habla del barranco que vamos a descender, no habla concretamente del barranco
pero si que se ven fotos y hace mención a las Cascadas de la Toba, el cual en
las fotos lucia un caudal de agua interesante pero al alzar la vista y mirar
hacia la ladera que teníamos enfrente, lo único que se apreciaba es el rastro
blanquecino del paso del agua ya que lo que es caudal caudal no tenia NADA.
Según las indicaciones que trae Carlos la aproximación era de 45´ pero en
apenas 25 ya estábamos en la cabecera del barranco.
Es probable que con agua este barranco tuviera cierto
interés, pero lo cierto es que en seco no merece la pena mencionar gran cosa de
él. Si hacer una puntualización, si alguien le da por probar suerte un día con
agua, que sepa que las instalaciones, a excepción de la de entrada al barranco,
son MUY PRECARIAS. Precisa de una
reinstalación completa ya que todos los anclajes que tiene dejan mucho que
desear. Están realizados con chapa acodada y cordino… el cual en muchos casos
por la orientación del barranco, se encuentra destrozado por el sol y parece
que se va a romper con la mirada.
Aproximadamente a la 13:30 estábamos en la furgoneta echados
a la sombra y degustando todo tipo de manjares que compartimos entre el grupo,
charlamos un poco de todo y decidimos, puesto que íbamos bien de tiempo,
dirigirnos a otro barranco a unos 50 km de distancia.
Bueno bueno por un poco de nieve que te cayo en el Jerte cualquiera diria.
ResponderEliminarAli