Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

jueves, 8 de agosto de 2013

Tombu Robru



Hacia mucho tiempo que queríamos conocer la subida a Tresviso por el Tombu Robru, y por fin este pasado domingo nos animamos Alicia y yo a visitar este bello y acrobático paraje.
Salimos de Urdón sobre las 9:30 horas y caminamos por la Senda de la Peña hasta la Posa la Cerrosa, en donde abandonamos el viejo camino minero para superar una molesta pedrera que nos conduce a un collado herboso. Para saber cual es la posición del  Tombu Robru debemos fijarnos en  una pared de color pardo que se mete hacia dentro, y esta adornada con una gran mata de hiedras que cuelga de las paredes.
Desde el collado herboso el camino esta bastante marcado y  va ganando metros con alguna pequeña trepada hasta llegar a  la base de la pared en donde se ubica el Tombu Robru.


Una vez en la pared, iniciamos un recorrido hacia la derecha por una aérea cornisa en la que no se puede dar un mal paso. La cornisa tiene anchura suficiente para caminar, pero la vertical bajo nuestros pies es mayor a medida que avanzamos.


Existe un cable hacia la mitad de la pared que ayuda y da confianza en el paso. A continuación el sendero hace una revuelta a la izquierda en donde encontramos restos de cable de acero por el suelo, y en pocos metros más llegamos hasta el Tombu Robru.


Impresiona ver como los pastores de Tresviso aprovechaban cada rincón por pindio que fuera para uso ganadero, encontrando en el Tombu un cierre para el ganado construido con piedras.
Seguimos subiendo por la arista y en la parte más alta encontramos un paso malo con una caída al vacío de unos 300 metros hasta el río Urdón. Afortunadamente en este lugar encontramos una cuerda que nos da seguridad para superarlo.
Continuamos la subida por una zona muy aérea, realizando numerosas trepadas hasta llegar a las Armaduras del Robru, una estrecha horcada desde donde vemos la desembocadura del río Urdón y una pared vertical de color anaranjado que tenemos enfrente (El Jesu).


Las Armaduras  son una sucesión de enormes losas puestas a modo de escalones, para llegar a una pared por la que subiremos trepando (hay buenos agarres) hasta una portilla que evita que el ganado descienda.


Lo peor, más duro y a la vez más divertido de nuestra ruta de hoy concluía aquí, pero aún nos quedaba una larga subida por terreno herboso mezclado con piedras, en donde tuvimos alguna duda del camino a seguir, hasta alcanzar el sendero de la Pasá del Picayo, que en cómodo caminar nos llevo hasta el pueblo de Tresviso (3 horas 30 minutos) en donde tomamos unas cervezas acompañadas de buen queso picón.


La vuelta hasta Urdón, para cerrar este interesante circuito, la realizamos por el camino de la Senda de la Peña, realizando varias paradas para averiguar y mirar asombrados cual había sido nuestro camino de subida, que de forma magistral realizaron las pastores Tresvisanos hace muchísimo tiempo.

               

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