Sábado 13 de abril, un par de horas después de haber salido de currar y con mucho sueño encima por mi parte, nos dirigimos hasta la localidad alavesa de Aguiñiga para descender el barranco de Fuente El Haya. A la salida nos apuntamos Alicia, Chari, Carmen y yo, llegando al lugar donde se deja el vehículo sobre las 11:15 horas de la mañana. El sol por fin nos iba a acompañar en un barranco, aunque un fuerte viento hacia que la temperatura no fuese muy agradable. Además, y debido a la orientación del barranco y por la hora en la que comenzaríamos el descenso, lo realizaríamos en sombra.
Comenzamos la larga y dura aproximación hasta la cabecera, primero atravesando un precioso bosque y más tarde saliendo a una zona despejada con unas vistas preciosas del Pico Ungino.
Más tarde empalmamos con un sendero que viene desde Lendoño e iremos hacia el Portillo de Menérdiga, pero cuando estamos a punto de llegar a dicho portillo, nos salimos a la derecha por unas rampas muy empinadas y sin existir ningún camino, buscando la mejor manera de aproximarnos a la cabecera del barranco. En total toda la subida nos llevó algo más de 1 hora 30 minutos, siendo bastante dura, en especial la última parte en la que caminas pegados a la base de la pared por unas rampas herbosas muy píndias, que en caso de encontrarse mojadas darían muchos problemas.
Comemos algo antes de comenzar el descenso y nos dirigimos decididos hacia la cabecera del primer rápel, justo al lado de la surgencia, pero no damos con los anclajes de la reunión, situación esta que se repetiría en más de una ocasión durante el descenso, y que hizo que nos cabreásemos un poco. Decidimos destrepar por la izquierda y seguir con el descenso. En esta primera parte del barranco las cascadas son largas y arrampadas, ideales para que Chari siguiese cogiendo experiencia, aunque también eran muy resbaladizas (como todo el barranco) teniendo que caminar con mucho cuidado.
Los rápeles son bastante seguidos, y el barranco poco a poco tiende a encajarse hasta el final, encontrado zonas muy bonitas.
Otra de las cosas que nos ayudó a quitarnos el cabreo que nos causaba el no encontrar las reuniones que debiera de haber, según las dos reseñas que llevaba, fue el hecho de que encontrásemos durante todo el descenso gran cantidad de salamandras, abriendo bien los ojos y teniendo mucho cuidado de no pisarlas.
El barranco en general nos gusto, pero quizás la zona más bonita fue último rápel que hicimos (de un total de unos 18 rápeles) una preciosa cascada de unos 25 metros.
Superada esta bonita cascada y después de andar un centenar de metros, abandonamos el río saliendo a la derecha, buscando una pista que en unos 20 minutos nos llevó de nuevo al coche, en donde por fin pudimos tranquilizar a los compañeros que habíamos dejado en casa, y es que al final el barranco se nos hizo más largo de lo que en un principio habíamos pensado, llegando al coche sobre las 19:30 horas, quedándonos aún el largo camino de vuelta a casa.
Que suerte teneis de vivir en una zona tan bonita ! Donde esta ese barranco ? Un fuerte abrazo, Alan.
ResponderEliminarHola Alan! El barranco esta en el País Vasco, mas en concreto en la provincia de Alava. Un abrazo para ti, Mirelle y Liz. Saludos.
ResponderEliminarMás en concreto en la Tierra de Ayala - Aiara Herri, que es una Tierra y Provincia histórica.
EliminarEl barranco se hizo largo , pero disfrute como una enana con las salamandras me era imposible no tocarlas . No e visto nunca tantas y tan gorditas
ResponderEliminar