Una vez preparados comenzamos a remontar a pie por el río Ulldemó, al principio por un buen sendero, para más tarde seguir por el mismo cauce del río hasta llegar al punto en donde termina el barranco de les Carboneres.
Desde este punto vamos remontando por un sendero que va paralelo al barranco, para más adelante cruzar y andar por él, antes de afrontar la última y fuerte subida que nos llevó al gran circo en donde da comienzo el descenso del Coll Redo.
Un pequeño hilo de agua se dejaba caer hacia la gran vertical de 75 metros, teniendo que realizar tres rápeles para descender al fondo del amplio circo.
Una vez abajo, después de soltar un poco de adrenalina y disfrutar de la belleza del lugar, continuamos el descenso.
Encontramos un par de rápeles más antes de llegar a la unión con el Barranco de les Carboneres, realizando una parada para comer y charlar un largo rato, entre otras cosas, sobre los aditivos que le echan a los ganchitos, jeje.
Una vez en el cauce principal del Carboneres, encontramos una zona engorgada muy bella de roca tosca, disfrutando mucho de esta parte del descenso.
El terreno se va abriendo poco a poco, encontrando alguna zona de pateo aburrida y algún pequeño rápel más hasta llegar de nuevo a la unión del Carboneres con el río Ulldemó, punto final del descenso.
Retornamos hasta donde tenemos el coche, allí ponemos la ropa a secar mientras comemos, charlamos si damos por concluida la jornada en cuanto a actividad se refiere, o bien realizamos algún barranco más. Al final, por nuestra parte, decidimos volver con los que dejamos en Beceite y realizar algo de turismo por la zona juntos.
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