El día 26 de diciembre,
aprovechando la invitación que me hicieron mis amigos Javi y Kiki para ascender
al Porracolina, decidí unirme a ellos. Era una buena manera de aprovechar las
vacaciones de invierno y así poder bajar algo de peso que pudiéramos haber cogido
con los excesos navideños. Quedaron en recogerme a las 9 de la mañana, para
desplazarnos hasta el pueblo de Valdició, lugar desde donde realizaríamos la
ascensión.
Salimos de la parte alta del
pueblo, desde donde se da vista al deposito de agua que abastece a la población,
pero no llegamos hasta él si no que cogemos un desvío a la izquierda por una
pista que finaliza en un prado. De forma muy clara vemos un collado con una
cabaña justo encima. Atravesamos el prado
en donde encontramos un inclinado sendero de subida hacia el collado,
teniendo que realizar varias paradas para coger aire.
Una vez arriba y a poca
distancia, llaneando, vemos otro collado prácticamente gemelo en el que nos
encontramos también con otra cabaña. Estando ya en este segundo collado, vemos
claramente la subida al Porracolina por su cara sur. Vamos bordeando la ladera
para no perder altura hasta encontrar un marcado camino de subida, que desde la
lejanía nos habían mostrado unas motos de trial. Una vez encontramos el marcado
sendero (con el sol por fin dando sobre nosotros) no lo abandonamos, salvo para mirar una sima
que había junto al camino, hasta llegar al Collado del Alto de La Mina. Desde
aquí tenemos por fin unas amplias vistas del valle de Asón, con las Cabañas de
Sotombo a nuestros pies.
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Una vez en el Alto de la
Mina nos vamos a la izquierda, buscando el camino bien marcado que rodea y va
por la ladera sur del Porracolina. Seguimos el sendero hasta encontrar una
marca roja en un farallón rocoso, en donde giramos a la derecha para cruzar ese
balcón y después seguir el sendero, que por terreno herboso nos lleva a la cima
del Porracolina (1414 metros).
Aprovechamos para comer en
la cima disfrutando de las amplias vistas, aunque buscamos un pequeño abrigo en
la cara norte para evitar un frío y molesto viento. El día es bastante
despejado, lográndose ver media Cantabria.
Para el descenso decidimos
bajar de nuevo al Collado del Alto de La Mina e ir cumbreando hacia el sur,
para más adelante ir perdiendo altura decididamente por el Barranco de la Brena,
en donde encontramos una pequeña cueva marcada con el número 1252. Posteriormente
en casa y tan solo con buscar en la amplia base de datos del SC Dijon, supe que
se trataba de la Cueva de la Botta Azul. Quizás en el SCC debiéramos de marcar
las cuevas y simas como hacen los franceses, así futuras generaciones de
espeleólogos no tendrían dudas de si están ante un nuevo descubrimiento o esa
cueva ya fue visitada con anterioridad.
Acabado el fuerte descenso
por el barranco, en donde las rodillas sufrieron de lo lindo, llegamos al Hoyo
la Brena en donde un cartel del GR 74 nos indicaba el camino a seguir, dando
vista al deposito de agua y en pocos minutos llegar de nuevo a donde teníamos
el coche, cerrando de esta forma un bonito paseo matinal de unas 4 horas.
Un placer como siempre seguir vuestras aventuras por el blog FELIZ 2013!!!!!
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