Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

viernes, 23 de mayo de 2014

Cueva de la Leze


Este pasado fin de semana nos desplazamos a tierras vascas y navarras un numeroso grupo de miembros ADEMCO, para descender el Barranco - Cueva de la Leze y el Cañón de Artazul.
Después de llegar el sábado a Egino en varios grupos, justo a la hora de comer, nos reunimos todo el grupo y fuimos planeando lo que sería el primer descenso del fin de semana. Intentamos no llenar mucho la panza, porque sabíamos la jodida aproximación que teníamos por delante, pero aún así la subida se hizo dura, en gran medida porque eran las cuatro de la tarde y "lorenzo" pegaba con fuerza, buscando cualquier sombra por pequeña que fuera para cobijarnos.


La bajada hacia el fondo de la Hoya de la Leze la recordaba más complicada (hacia 5 años que la hicimos por primera vez) pero han colocado unas cuerdas que ayudan mucho para realizar la bajada con seguridad. Otro de los cambios en la bajada es un nuevo camino, bastante pindio, en donde nos llevamos un buen susto al salir una enorme piedra rodando, pero afortunadamente todo quedo en eso, un susto. Este sendero nos llevo a una zona de escalada y posteriormente tuvimos que montar  un par de rápeles, antes de llegar al árbol desde donde se desciende a la gran boca de la cueva. Esta vez sentí curiosidad de ver si la bajada por el cauce del río estaba equipada, pudiendo comprobar después de realizar unos destrepes que efectivamente lo está, pero como la mayor parte del grupo ya estaba abajo lo dejamos para otra ocasión.


Nos vamos adentrando en la oscuridad  los once barranquistas que nos atrevimos con la travesía. La cueva me parece distinta, recuerdo que la primera vez tan solo fuimos Alicia y yo, con unas tikkas y una potente linterna de mano. Ahora con nuestros frontales y con tanta gente, iluminamos la cueva casi por completo.


Aún así la travesía me sigue gustando, me sorprende como el río Artzanegi ha sido capaz de atravesar la montaña de lado a lado, y formar este bonito cañón.


Los rápeles y  saltos se suceden sin apenas tiempos muertos, siendo la progresión  muy fluida al ocuparse Alicia, Sergy y Lolo de montar los rápeles, incluso en algún momento demasiado rápida para mi gusto. Tan solo nos encontramos un pequeño grupo con poca experiencia (tuvimos que ayudarles en alguna ocasión) y poca memoria, pues al preguntarles nuestros compañeros del exterior si nos habían visto en la cueva, les respondieron que no!!!


Poco a poco vamos llegando al pasillo final de la cueva, en donde ya se empieza a ver la luz del exterior, tan solo nos queda superar el sifón, algún pequeño rápel  y enseguida dar vista en el final de la cueva a los compañeros que no realizaron el descenso, que habían venido a esperarnos.


Tras la foto de rigor nos cambiamos y comenzamos con los preparativos para la abundante (anda que nos había carne allí) y rica barbacoa con la que recuperamos fuerzas de cara al día siguiente, en donde descenderíamos el Artazul.

                  

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