Texto: Alicia
Por fin llego el día de ponerse el neopreno en las ansiadas vacaciones de semana santa, atrás quedó un largo viaje hasta Sahún, pequeño pueblo situado a escasos kilómetros de Benasque. El día es claro y no hay una
nube en el cielo. Mónica y Belén se quedan en casa pues serán nuestro
grupo de apoyo y nos llevaran la comida al pueblo de Liri , el resto
nos ponemos en marcha .
Cuando estamos llegando al pueblo de Liri paramos en el aparcamiento de su conocido barranco para ver como va de caudal, pues es uno de los
posibles descensos del día. Cuando llegamos y nos apeamos de la furgo Carlos
dice que igual esta en su punto pues no cae agua por la acequia que cae al
aparcamiento, Mur piensa para sus adentros ¡joer pues por lo que
suena no se yo hooo! Cuando llegamos a la cabecera lo descartamos por completo
pues lleva mucho caudal.
Seguimos camino y dejamos un coche en la plaza de Liri, nos cambiamos y con
la furgoneta nos dirigimos hacia la ermita del Puy, dejando el
otro vehículo aparcado muy cerca del barranco.
Una vez en el aparcamiento vemos el barranco, que también esta con bastante
caudal. Pasamos el puente románico que atraviesa el barranco y seguimos
hasta llegar a la cabecera para comenzar el descenso.
A David y Chari, los principiantes, se les ha quedado cara de susto
cuando en el primer rápel ven realmente cual es el caudal del barranco, pues tiene un buen mangerazo que te pega de frente sin poder esquivarlo, y al
ser el primero de la temporada acojona .
Seguimos y el siguiente rápel lo montamos con un pasamanos para evitar el
chorro de agua.
Todos continúan, Lolo, Carlos y yo recogemos cuerdas, continuamos y vemos que se han salido del cauce para evitar el siguiente rápel por miedo a la poza de recepción, nosotros montamos el rápel y saltamos sin
problemas.
El siguiente rápel también lo han evitado, montamos cuerda y se nos unen
Carmen y David, mientras Mur y Chuchi ya han bajado la cascada más grande del descenso.
Bajamos esta preciosa cascada, encontrando un tobogán justo en su base.
Después vienen unos destrepes en una zona estrecha, con unas pozas un tanto agitadas, así que nos salimos del cauce
para evitarlas y llegar al siguiente rápel .
Este es el último del
descenso, así que solo nos queda seguir el río hasta llegar al puente de
acceso al Barranco Chico. En esos momentos no lo podíamos comparar con otro descenso, pero al final de las vacaciones
sería el mas pobre de los barrancos que descendimos.
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