Cuando parecía que el tiempo no podía empeorar más, lo hizo. La mañana del viernes santo amaneció muy fría e incluso la nieve se veía en las laderas de las montañas a una cota muy baja. Apetecía muy poco o nada el ir a descender algún barranco, pero aún así decidimos desplazarnos otra vez a la comarca de la Vera para ver como andaba el tiempo y llegado el momento ver si teníamos ganas de mojarnos. Durante el camino en coche tuvimos la oportunidad de ver y pisar nieve.
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Llegamos al pueblo del Guijo de Santa Bárbara, en donde aparcamos en la zona de baño el Capacho, justo en la parte baja del pueblo. El frío sigue siendo intenso y al final tan solo nos animamos a hacer el barranco David, Ali y yo. El resto del grupo nos acompañara en el camino de subida para estirar un poco las piernas y entrar en calor. Cruzamos el puente sobre la zona de baño (Garganta Jaranda) para tomar un camino de herradura que sube decididamente, siguiendo siempre en los desvíos a nuestra izquierda. Pronto llegamos a un puente que atraviesa el Gargantón y seguimos hasta llegar a una casa de piedra. Dejamos una pista a nuestra izquierda y continuamos por un sendero que sale a media ladera de la montaña, continuando por él hasta llegar al cauce a la altura de una cascada habitualmente seca, lugar donde empezamos el descenso. La ruta de aproximación nos ha llevado una media hora.
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El Gargantón nace a unos 1650 metros sobre el nivel del mar y desemboca en la Garganta Jaranda. El tramo más interesante, desde el punto de vista deportivo, comienza entre los arroyos Cerezo y Gilarte. Es un descenso poco técnico ideal para empresas de aventura.
El primer rápel de 5 metros lo hacemos bajo la atenta mirada de nuestros compañeros, a los cuales se les nota un poco de envidia en las miradas, y es que con la aproximación hemos entrado en calor, además de comprobar que el barranco no va a ser muy acuático.
A continuación dos rápeles más de 3 metros y 6 metros respectivamente antes de llegar a una zona encajada, en la que damos alcance a una empresa de aventura, y en la que podemos optar por saltar desde 7 metros o rapelar. Algún destrepe y pequeño salto más y llegamos a la altura del puente que hemos cruzado en la aproximación, lugar donde esperamos a que bajen los "rajaos". Y es que se tarda menos en ir por el río que por el bosque.
Entramos en la segunda parte del descenso, encontrando lo primero un rápel de unos 10 metros, un pequeño salto de 2 metros y a continuación otra zona encajada, en la que nos encontramos con mas barranquistas, y en la que montamos 3 rápeles más de 15, 5, y 15 metros respectivamente. En apenas una hora y 10 minutos estamos junto a nuestros compañeros que han traido los coches justo al final del barranco, quitándonos así de andar unos 500 metros hasta el vehículo.
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Hablamos que hacer, pues es muy pronto todavía. Los tres que hemos descendido el barranco queremos acercarnos hasta Losar de la Vera para descender la Garganta Vadillo, y al final después de insistir un poco les convencemos para que por lo menos nos acompañen hasta la entrada al barranco. En Losar tomamos la pista que sube hasta el barranco, que en teoría esta en buenas condiciones, pero para nuestras furgonetas y cargadas a tope, resulta ser bastante incomoda, pesada y larga. Ademas vamos ganando mucha altura y cada vez tenemos más cerca la nieve. Al final decidimos dejarlo para otra ocasión y bajamos a la piscina Vadillo, en donde comemos algo y tomamos un café.
Un poco cabreado por no haber descendido el barranco, emprendemos el camino de regreso al camping. Cuando llegamos aún es pronto, así que Mónica, Ali, Chus y yo decidimos ir a dar un paseo por la cercana ruta de la Garganta de los Infiernos, que se encuentra junto a nuestro Camping.
Situada en el Valle del Jerte, esta reserva natural está comprendida
entre la vertiente noroeste de la Sierra de Tormantos, la vertiente suroeste de
la Sierra de Gredos y el río Jerte. En la zona se pueden contemplar numerosos
saltos de agua y cascadas, así como las marmitas gigantes de Los Pilones, principal objetivo de nuestro paseo. Las rocas principales que encontramos en
la garganta son granitos y gneis.
Las máximas altitudes se alcanzan en la
Cuerda de los Infiernillos (2.281 m.) y el Cerro del Estecillo (2.290 m.) que
rodean a la Garganta de la Serrá, antiguo valle glaciar que quedó
modelado por el paso de los hielos cuaternarios. Hay que destacar en la Reserva Natural una amplia red hidrográfica con abundantes saltos y cascadas, una de las principales peculiaridades de este espacio natural. Mención especial merecen las marmitas gigantes, que son grandes pozas excavadas en la roca por la erosión fluvial,
destacando las que existen en el paraje conocido como Los Pilones, al cual llegamos en aproximadamente 45 minutos.
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Nos echamos unas fotos de rigor para el recuerdo y emprendemos el camino de regreso, pero ahora pasando por el mirador del Chorrero de la Virgen y haciendo el resto de camino de vuelta por una pista que nos vuelve al lugar de partida. Después de tener una amena charla con los guardas de la Reserva, volvemos al camping, en donde Oscar nos está preparando una suculenta barbacoa, que posteriormente acompañaremos con un buen mojito preparado por Chus.
Eso de arriba es NIEVE............pero lo de ustedes no era para hacer barrancos? por cierto parece que no resbalan como los de por aquí.
ResponderEliminarSi,si. Es nieve de la de verdad. Hicimos barrancos que apenas patinaban, y otros en los que no te podías mantener de pies.
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