El domingo día 23 de febrero nos apuntamos a la salida de espeleología que había programada en el calendario. En esta ocasión íbamos a visitar el Hoyo de Llaneces, cavidad totalmente desconocida por los 11 espeleólogos que formábamos el grupo.
Cuando llegamos a Arredondo nos sorprendió ser los primeros en llegar, pero poco a poco fueron apareciendo nuestros compañeros. Nos organizamos en tres coches y siguiendo a Sierra, que llevaba un "gran plano de aproximación" nos dirigimos por un camino asfaltado, píndio y estrecho hacia Llaneces, aparcando en un ensanchamiento amplio de la carretera.
Nos cambiamos y después de realizar unas trabajosas fotos de grupo, utilizando un trípode para tres cámaras, nos ponemos a buscar la sima. Para ello preguntamos a un señor de una casa cercana que amablemente nos muestra el lugar exacto, evitándonos el tener que usar el gps.
Llegamos al enorme hoyo de entrada, iniciando un descenso de unos 20 metros por una fuerte pendiente, salvando el desnivel cada uno como mejor le pareció.
Salvada la pendiente inicial entramos en la cavidad, encontrando una amplia sala sin aparentes signos de continuación, pero encontramos a mano derecha el comienzo del descenso, que enlaza pozos de 14, 7, 11, y 5 metros, que nos depositan en el centro de una galería.
Si durante la bajada encontramos algún punto bonito, al llegar a esta galería nos sorprendemos por las bonitas excéntricas y bellas formaciones que hay en ella. Miramos cada rincón, en una dirección y en otra de la galería, con sumo cuidado de no romper nada y alucinando a cada paso que dábamos.
Después de comer y mirar un diminuto agujero soplador que alguien ha estado desobstruyendo recientemente, vamos empezando la subida, que hacemos con bastante fluidez y rapidez, saliendo al exterior aún de día.
Volvemos hasta Arredondo, en donde tomamos algo y charlamos un largo rato, antes de volver hacia casa con muy buenas sensaciones, habiendo disfrutado mucho de la actividad, la compañía y de una cavidad que si bien no prometía mucho, fue toda una gran sorpresa.