Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

martes, 29 de abril de 2014

Cascada La Hormaza (Nuevo barranco en Cantabria)


             Texto: Alicia

Algo más de un año y medio ha sido necesario para abrir este barranco. Dicho así parece que estemos ante un gran barranco, pero la Cascada La Hormaza es un pequeño y fácil descenso, que por una u otra circunstancia no habíamos terminado de instalar y publicar hasta la fecha de hoy. El primero de los días que fuimos a la apertura (13-10-2012) el taladro nos fallaba más que una escopeta de feria, aun así pudimos descender el barranco entero, eso sí, realizando tiradas muy largas aprovechando al máximo las cuerdas y realizando destrepes que más tarde volveríamos a equipar. Hasta en otras dos ocasiones más fuimos a reequipar la cascada, pero en ambas ocasiones nos surgieron problemas con los “supertaladros” que llevábamos, volviendo a casa después de realizar tan solo el paseo.



Por fin, después de mucho tiempo, teníamos tiempo y taladro para poder acabar de equipar el barranco . El día 5 de abril nos dirigimos hacia la Vega de Pás y cogemos la carretera que se dirige hacia el puerto de Estacas de Trueba. Subimos  la tortuosa carretera, dejando a nuestra izquierda otro barranco abierto por nosotros años atrás ( La Riega del Muro de Peñallana). Seguimos por el puerto y justo antes de llegar a las cascadas del Yera 1 o Cascada Canfiél, que es así como la llaman los pasiegos, a nuestra derecha encontramos la salida del barranco, en donde podemos dejar un coche si queremos hacer combinación de vehículos.


Continuamos por el puerto y al poco de pasar  el km 13 encontramos una curva muy cerrada a la izquierda, lugar donde dejamos la furgo aparcada en un pequeño ensanchamiento que hay a la derecha.
Decidimos comer antes de entrar pues se ha puesto a llover un poco. Una vez preparados cogemos el sendero que sale desde la misma curva y  se dirige hacia la cabecera del barranco (5 minutos). Antes de cruzar el cauce del barranco nos desviamos unos metros ladera abajo, para acceder a la riega central, lugar donde se encuentra el primero de los rápeles.


Cuando llegamos notamos algo raro, la chapa tiene anilla y nosotros habíamos puesto maillones, pero pensamos que nos habríamos confundido. Seguimos descendiendo, montamos otro rápel que teníamos apuntado para equipar. Continuamos con el descenso  y  la rampa de 60 metros la encontramos equipada. Con la topo en la mano le digo a Carlos que es raro pero que a lo mejor lo montamos y no lo apuntamos, pero ya empezamos a estar moscas. 



Seguimos,  ponemos un mini - pasamanos  para acceder al siguiente rápel, pues la instalación que pusimos esta algo expuesta y si lleva caudal podría dar problemas . Me engancho y bajo buscando la cabecera del siguiente rápel, según nuestro croquis está a la izquierda, en una roca fuera del alcance del agua. Miro y no la veo,  Carlos desde arriba me chilla ¡en la roca!  pero veo que nuestra instalación no existe,  han doblado el parabolt  y se han llevado la chapa.  La nueva instalación (dos parabolt con una cadena ya roñosa) está justo en medio del cauce, en un lugar expuesto y pasando el agua por encima de ella.


En ese momento las sospechas se hacen realidad, alguien se ha dedicado a cambiar las instalaciones nuestras para poner las suyas y reventar nuestra apertura . Ya de mala leche continuamos, las siguientes  reuniones que teníamos que instalar están ya montadas. Por un lado trabajo que nos ahorramos, pero por otro nos sigue jodiendo el que no respetasen nuestro trabajo, cosa que nosotros sí hicimos. Ponemos otro rapel intermedio después de uno de los volados  y continuamos. 



Pensábamos montar un  pasamanos en el último rapel volado, para evitar el roce, pero la reunión está montada justo en el lado contrario. Aun así respetamos la instalación. Solo nos quedaba  montar una rampa final, pero  también estaba montada, terminando la apertura – reequipación con un sabor agridulce.


Me quito los trastos y dejo a Carlos a los pies de las cascadas del Yera revisando la topo, mientras subo a recoger la furgoneta. Subo por la izquierda de las cascadas y las atravieso para continuar por entre los matorrales y buscar las paredes de los prados y así llegar a la furgoneta . Me lleva justo media hora desde que salgo hasta que llego otra vez a donde esta Carlos, así que pensamos que no es necesaria la combinación de coches, aunque si recomendable.


Bueno, el barranco está acabado, nosotros fuimos los aperturistas,   no nos importa que venga alguien y ponga  otras instalaciones para mejorar lo existente (como hicieron en varias reuniones) aunque aún  no estaba equipado por completo. Lo que de verdad nos ha dolido, es que  reventaran nuestra reunión para colocar otra en un lugar  nada acertado. Llevo unos cuantos años haciendo este deporte y jamás se me ha ocurrido reventar las instalaciones de otra persona, en ocasiones no nos gustaba lo que veíamos, pero siempre lo respetábamos,  y así seguiremos haciendo.
En fin, lo importante es que hay otro barranco en Cantabria, con 14 rápeles, el mayor de ellos de unos 35 metros (en breve intentaremos publicar el croquis).  Espero que lo disfrutéis, nosotros seguiremos buscando nuevos barrancos en donde disfrutar de este deporte que tanto nos gusta.

                 

miércoles, 9 de abril de 2014

Pozo del Infierno. Sistema Caracol


El domingo 30 de marzo tocaba la visita al Pozo del Infierno (Peñarrubia). Pasamos la noche en un "hotel cinco estrellas" casi al lado del mismo infierno, lugar donde esperaríamos la llegada de nuestros compañeros.
Cuando aparecieron a la mañana siguiente nos explicaron que habían tenido algún pequeño despiste  con el cambio de horario y con la zona en donde habíamos quedado con ellos, pero el retraso fue mínimo.
Ocho fuimos los miembros del club que asistimos a esta salida,  comenzando la dura aproximación después de preparar el material necesario, sabiendo muy bien lo que se nos venía encima, una subida jodida y a ratos jabalineando hasta llegar a la boca del Pozo del Infierno. Afortunadamente los helechos aún estaban aplastados en el suelo, facilitando un poco la subida.


Cuando llegamos a la boca descansamos un breve rato y  recuperamos el aliento antes de introducirnos en la cueva. Tan solo Manuel y Nunci conocen parte de la cueva ( Alicia y yo tan solo conocíamos la boca) así que les dejamos que nos hagan de guías en esta visita.
Tras descender la primera rampa inicial vamos avanzando hacia el este por la cueva, recorriendo grandes salas muy concrecionadas y superando frecuentes pendientes ( en alguna montamos cuerda) y contrapendientes, hasta llegar a la Sala de las Hacinas.


Si apenas descanso continuamos el avance por el Sifón del Viento, rampa estrecha e incómoda en la que evitamos el agua que por ella circula como buenamente pudimos.


Continuamos la visita atravesando bellos lugares, llegando a la zona activa de la cueva en donde encontramos un río y unas cuerdas que nos suben a un nivel superior para conocer las salas finales de la cueva, Sala Topos, Sala del Lago, etc, lugar que aprovechamos para comer algo.


Con tranquilidad vamos volviendo sobre nuestros pasos, realizando paradas para hacer alguna foto y para que los más revoltosos visitaran casi todos los recovecos de la cavidad.


Antes de abandonar la cueva hacemos una rápida visita a la zona de unión con la Cueva Carmes, aprovechando para fotografiar la bonita Galería de las Pozas.


Salimos al exterior muy satisfechos y sorprendidos con la visita, pero aún tenemos pendiente la penosa bajada hasta el coche en donde dar con las nalgas en el suelo no sería nada extraño, afortunadamente el día fue bueno y las nubes amenazantes de la mañana no descargaron agua, facilitando mucho la bajada.


La jornada y nuestro  intenso fin de semana acabaron sentados en la mesa de un bar, entre charlas y enormes palmeras que distraían la atención de más de uno. 

                

viernes, 4 de abril de 2014

Braña de los Tejos


Después de la quedada nocturna en Sarón, nuestro siguiente destino del fin de semana fue Lebeña, lugar al que nos desplazamos con Chus para realizar la subida a la Braña de los Tejos. Aparcamos al lado de la iglesia mozárabe de Santa María de Lebeña y desde allí comenzamos la ruta.


Bajo un cielo bastante gris amenazando lluvia, atravesamos el pequeño pueblo en busca de una pista, que con fuerte pendiente hace que empecemos a sudar rápidamente. Pronto alcanzamos los invernales de Lebeña.


La subida hasta la braña de los Tejos por el Collado Arcedón y el Collado Pandocento se nos hizo dura y pesada, más aún cuando la nieve empezó a cubrir el suelo, dificultando el encontrar el buen camino a seguir.


Desde el Collado Pandocento subimos guiados por el gps en unas ocasiones, las marcas,  y de la intuición en otras, hasta la Braña de los Tejos, aguantando como pudimos las rachas de viento frío.


Justo antes de llegar a la braña visitamos una antigua mina de blenda, las Minas de Arceón, que fueron explotadas desde el año 1850 hasta el 1922, año en el que fueron abandonadas debido a las dificultades para extraer el mineral, unido a lo abrupto y alejado del lugar.


La visita a la Braña de los Tejos la hacemos rápidamente, y es que el viento es bastante molesto. Iniciamos el descenso en busca de una mejor temperatura, intentando buscar un buen lugar en donde poder comer el bocata tranquilamente, cosa que conseguimos tras superar el Collado Pasanco e introducirnos en una vaguada del bosque que nos dio cobijo.


El descenso es rápido a pesar de que en esta parte encontramos mucha nieve, quizás debiéramos haber subido las raquetas, pero desde la salida se veía tan poca nieve que habíamos optado por dejarlas en el coche.


Bajamos siguiendo el cauce del Arroyo de los Casares y Lamason, hasta encontrarnos en cotas más bajas por fin la pista totalmente sin nieve, que en cómodo caminar, nos llevó de nuevo a Lebeña, aprovechando para realizar una visita a su afamada iglesia.


Después de la ruta decidimos acercarnos hasta Potes, que estaba hasta la bandera por unas jornadas de caza, para tomar algo e ir recuperando fuerzas para lo que sería la siguiente actividad del fin de semana.

                 



miércoles, 2 de abril de 2014

Quedada nocturna solidaria al Monte Caballar


El viernes 28 de marzo, asistimos a la quedada nocturna solidaria que se celebraba en Sarón, un nutrido grupo de socios Ademco. La organización corrió a cargo de Buda café, Don Lope y bicicletas Meta, escogiendo un recorrido de unos 18 km para los senderistas y unos 35 para los ciclistas.
Mientras esperábamos la llegada de nuestros compañeros de Colindres, dudábamos de la repercusión que pudiera llegar a tener la quedada, pero poco a poco un continuo goteo de gente fue llenando el lugar, hasta el punto de juntarnos unas 200 personas para la ruta a pie.


Después de inscribirnos y entregar los alimentos (1 Kg de alimento no perecedero era el único requisito) comenzamos  la marcha sobre las 18:30 de la tarde, dirigiéndonos hacia Cayón, desde donde subimos al Monte Caballar, realizando una ruta circular por este.


A medio camino, y ya de noche cerrada, la organización nos preparó un buen avituallamiento en el que no faltó de nada, agua, café caliente, pastas, chocolatinas, fruta, etc.
De regreso hacia Cayón nos topamos con la marcha ciclista, que había salido más tarde, siendo todo un espectáculo el ver a más de 200 ciclistas en hilera, sufriendo en las duras rampas de subida.


De vuelta a Sarón 3 horas y media más tarde, mucho antes de lo que habíamos pensado, y es que el ritmo fue muy alto durante toda la marcha, la organización nos repuso con unos ricos bocadillos, antes de realizar varios sorteos en los que no tuvimos mucha suerte.
Al final la quedada fue todo un existo, con gran número de participantes y consiguiendo el objetivo principal, conseguir cientos de alimentos que irán destinados a las familias más necesitadas del valle.