Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

viernes, 27 de junio de 2014

Vivac Macizo Occidental. Día 2.- Ario - Jultayu - Cuvicente - Trea - Camarmeña


Pasamos una noche un tanto revuelta, con alguna racha de viento  que hizo que nos despertásemos en varias ocasiones. Queríamos madrugar y haber visto un bonito amanecer, pero el cielo estaba bastante cubierto, así que decidimos alargar  el tiempo de permanencia en la tienda, levantándonos sobre las 9 de la mañana para ir desayunando y recogiendo todo el material.
Comenzamos a andar hacia el refugio, llevándonos una grata sorpresa al encontrarnos a Lolo en el lugar. El día anterior no había podido acompañarnos, así que como sabía que andaríamos por Ario se acerco para pasar un rato con nosotros.


Cargamos agua en la fuente y emprendemos el camino hacia el Jultayu, dejando escondida la mochila en un jou cerca del Collado las Cruces para así afrontar más ligeros la ascensión al Jultayu (1.940 m) cuya cima alcanzamos sin dificultad. Las vistas son muy buenas, destacando la localidad de Caín, situada muchos metros más abajo.


Pasamos un buen rato en la cima, antes de retomar la marcha descendiendo sobre la arista cimera que va al Pico Cuvicente, haciendo una parada en el camino para visitar el juraco, desde donde las vistas de Caín son impresionantes.

                        

Llegamos al collado que separa ambas montañas, ganando altura decididamente hacia la cumbre, teniendo que superar una fácil trepada para alcanzar la cima del Pico Cuvicente (2.014 m).


Disfrutamos de las vistas e incluso algunos se echan un buen baile en la cima, antes de emprender juntos la bajada hacia el Jou del Jultayu, en donde Lolo se despide de nosotros, continuando nuestro camino hasta el Collado las Cruces en donde teníamos la mochila.


Realizamos una parada para mentalizarnos de que tenemos que volver a coger la mochila, y emprendemos la fuerte y decidida bajada de la Canal de Trea, que ya conocíamos de subida, pero que nos sorprendió por lo dura que es.


Dejamos atrás el curioso Huerto del Rey, la cueva de Cuarroble, y vamos alcanzando las laderas cada vez más suaves de la canal, entrando en el bosque que preside la parte final de la jodida Canal de Trea, en la que Alicia lo paso mal al "fallarle las rodillas".


Comemos algo antes de comenzar con la parte final de nuestra jornada, ahora nos toca caminar entre el gentío por la Ruta del Cares, conociendo el nuevo puente que realizaron tras el desprendimiento que hubo hace algunos meses.


Superamos  Los Collados, y  en la bajada a Poncebos tomamos un desvío a mano izquierda que nos lleva de nuevo a la altura del canal. Lo superamos y subimos por una pequeña canal hasta un collado desde donde ya damos vista al pueblo de Camarmeña, en donde damos por concluido este interesante pero duro circuito por el Macizo Occidental.


Antes de regresar a casa hacemos una  visita a un bar del pueblo, en donde poder recuperar líquidos y tener una larga y amena charla con el dueño, contándonos un buen puñado de anécdotas e historias que pusieron el broche de oro a un buen fin de semana.

                 

miércoles, 25 de junio de 2014

Vivac Macizo Occidental. Día 1.- Camarmeña - Llerosos - Ario


El fin de semana del 14 y 15 de junio, decidimos llenar hasta reventar la mochila con todo lo necesario para un vivac (tienda, esterilla, alimentos, hornillo, ropa, etc, etc) y acercarnos hasta los Picos de Europa para realizar nuestra particular Travesera del Macizo Occidental.


El punto de partida de nuestra ruta comenzaba en Camarmeña, a donde llegamos sobre las 10 de la mañana intentando que el sol no nos pegara con fuerza en la subida de la Canal de Bobia, subida que realizamos escuchando y viendo las numerosas pasadas que daban sobre la zona los helicópteros que cubrían la famosa prueba de la Travesera. El día estaba algo revuelto, con nubes bajas que nos protegían del sol, pero por otra parte nos ocultaban las buenas vistas del Naranjo (no lo pudimos ver en ningún momento del fin de semana) que hay en la subida de esta canal.


Superado este duro comienzo de ruta, realizamos la cómoda aproximación hasta la majada de Ondón, precioso lugar desde donde hay unas excelentes vistas de todo el Macizo Central.


Desde este bucólico lugar emprendemos un recorrido salvaje, atravesando numerosos jous que hacen difícil orientarse hasta llegar a la Majada de Beceña, lugar en donde encontramos un pastor que atraía a las vacas con sal, volviéndose locos los animales por ella. Charlamos un rato con el pastor, mostrándonos el mejor camino para subir a nuestro siguiente punto de destino, el Cabezo Llerosos.


Vamos buscando la mejor manera de subir por este terreno caótico, vemos desde la lejanía como un pequeño grupo hace cumbre, cruzándonos más tarde en su descenso  y hablando un poco con ellos. Ya tan solo nos quedan los últimos metros de subida, alcanzando por fin la cima del Cabezo Llerosos (1.792 m) disfrutando de unas amplias y preciosas vistas.


Pasamos un buen rato en la cima antes de emprender el descenso hacia la Majada de Beresna, bien visible desde la cima por la enorme cueva que hay en ella y que no se si tendrá continuidad o si ha sido explorada en alguna ocasión.


El siguiente punto de destino es la Majada de Vega Maor, en la cual nos encontramos con otro pastor que permanece en ella hasta septiembre elaborando el famoso queso Gamoneu. Charlamos con él, allí no existe el estrés según nos comenta, y damos un repaso a todas las dudas y preguntas que nos surgieron por el camino.


Ya estamos en la última parte de nuestra primera jornada por picos, 1 hora 30 minutos según nos comentó el pastor hasta Ario, tan solo nos queda superar la Majada Mohandi y por fin después de casi 10 horas de marcha llegar al refugio de la Vega de Ario, en donde una rica cerveza nos estaba esperando, y lo mejor de todo, poder por fin dejar la puñetera mochila tirada por cualquier lado.


Con las últimas luces del día vamos montando la tienda en un lugar recomnedado por el guarda y preparando la cena, disfrutando de un bonito anochecer, en el que las nubes que nos acompañaron durante todo el día terminaron por desaparecer, dejándonos ver una bella estampa del Macizo Central.

                 

martes, 24 de junio de 2014

Foz de Arangas

                           

Al día siguiente de descender la Canal de Valfría, y esta vez con cámaras incluidas, nos desplazamos Alicia, Belén y yo hasta Cabrales en donde habíamos quedado con José Mari (Espeleogel) para realizar un pequeño descenso y charlar de nuestro viaje vacacional a tierras francesas.


Como nuestro amigo se había metido una buena paliza horas antes en Torca Juanín, decidimos acercarnos hasta Arangas para descender su foz, cumpliendo este corto descenso el objetivo de llenar la mañana para dejarnos luego tiempo de sobra para hablar sobre nuestro proyecto. Además Luisa nos hizo la labor de combinar los coches, realizando así mucho más cómodo el descenso.


La Foz de Arangas, barranco abierto por nuestros amigos de Xankleteando es un corto y estético descenso, bien formado, con altas paredes calizas que llegan a juntarse en un punto, formando un curioso paso.

                           

Lo pillamos con muy poca agua (sin duda la vez que más bajo lo he visto) pero suficiente para darnos un buen remojón en un día caluroso y para que José Mari pudiera lavar el traje de espeleo.

                           

Sin darnos mucha prisa el descenso llegó a su fin, permitiéndonos el poder dar un paseo por Arenas, comer en un restaurante de la zona y charlar largo y tendido de nuestro viaje a Alpes Marítimos, saboreando una rica crema de orujo que había preparado Luisa.

                

jueves, 19 de junio de 2014

Canal de Valfría


Hacia tiempo que le había comentado a Marisa que la Canal de Valfría era un barranco muy bonito, con agua abundante todo el año y que era un lugar que debiera conocer. El sábado 7 de junio por fin pudimos plantear la salida, a la que también nos apuntamos Rafa, Alberto, Cesar, Alicia, Belén y yo.

                            

Como en su día hice una crónica bastante detallada de la Canal de Valfria, me limitaré a decir que pasamos una buena jornada de barranco, con un día espectacular en cuanto a lo meteorológico se refiere, saliendo nuestros compañeros encantados con el descenso, cosa que me alegró bastante, pues tenía dudas de si de tanto hablar de él, al final se iban a llevar un chasco. Ya se sabe, te hablan tanto y tan bien de un lugar, te creas muchas expectativas y al final cuando lo conoces te llevas una desilusión.

                            

Comentar algún pequeño cambio en el barranco, como la cabecera del primer rápel largo en donde la reunión se ha acercado más a la vertical, y un desprendimiento de rocas, tierra y árboles que ha caído en mitad del cauce (tan solo molesta un poco la progresión) en la zona de caminata entre la segunda gran vertical y el tramo encañonado del final del barranco.

                             

Las fotos con las que ilustro esta crónica están sacadas con el teléfono movil, y es que en un gran despiste por mi parte olvidé la cámara de fotos y vídeo en casa, situación esta que me fastidió al principio, hubiese preferido olvidarme otra cosa, pero el buen ambiente, la buena compañía y el bello descenso, hicieron que este olvido quedase en un segundo plano.

                 

martes, 10 de junio de 2014

Barranco Quincoajo o Pincuejo


Domingo 1 de junio, después del desayuno y recoger todo el material nos vamos despidiendo de nuestros compañeros, aunque no nos pudimos despedir de todos, pues habían marchado a realizar actividad o estaban en las proyecciones. Realizamos unas últimas compras de material en el estand de explora online y rápidamente ponemos rumbo hacia Caldas de Luna para descender el Pincuejo.

                            

Este barranco lo descendimos Alicia y yo hace tiempo, personalmente tenía mal recuerdo de él, no se si por ir con pocas horas de sueño después de salir de currar o por haber ido con unas expectativas muy altas. Esta opinión cambió al acabar el descenso, pues realmente es un bello cañón con altas paredes de caliza que te rodean en todo momento.

                           

Preparamos el equipo en mitad del pueblo, bajo la atenta mirada de algún lugareño con quien llegamos a charlar un rato, e iniciamos la larga pero bonita aproximación a la cabecera. Lolo ya está recuperado de su dolor de espalda y junto con Chus nos dejan atrás en las rampas iniciales de subida. Ali, Fonso y yo nos lo tomamos con más calma, volviendo a juntarnos en el camino de bajada, en donde encontramos un paisano que tenía muchas ganas de charla. Al final, después de un buen rato hablando, "el más salao" interrumpió la charla para que no se nos hiciera muy tarde.


Llegamos al cauce sufriendo los pinchazos de los escajos en nuestras piernas, nos preparamos y comenzamos el descenso. Encontramos una primera zona con bastante maleza, que en algún momento llega a molestar. Pronto encontramos los primeros rápeles.


Continuamos el descenso y nos adentramos en el tramo encañonado del barranco, en donde nos encontramos un chivo muerto en mitad del agua. Las altas paredes nos rodean, haciendo imposible cualquier escape, encontrando rápeles de pequeño tamaño y con pocos metros de separación entre ellos.

                               

Nos encontramos un grupo en este tramo encañonado, alguno de ellos amigo de Lolo, así que realizamos el resto del descenso con ellos.

                           

La zona encañonada termina, dando paso a una zona de río plagada de maleza, realizando el avance por un sendero en el margen derecho que nos lleva al último rápel. A partir de aquí tan solo nos queda un cómodo caminar hasta llegar de nuevo al puente que cruzamos en la aproximación.


Comemos bajo un sol de justicia antes de emprender el camino de vuelta a casa, no vamos a descender el resbaladizo Cacabillos, no estamos por la labor, ¿nos estamos haciendo viejos? De todas maneras nos marchamos para casa con el buen sabor que nos dejo la concentración de Vegacervera, a la que si es posible volveremos el año que viene.

                

jueves, 5 de junio de 2014

Travesía Sil de Perlas - Cueva de Valporquero


Los días 30, 31 de mayo y 1 de junio asistimos ( Alicia, Lolo, Fonso, Chus y yo) a la segunda concentación de barranquismo de Castilla y León. Después de unas tres horas de viaje en las que tuvimos algún despiste llegamos a Vegacervera, allí nos encontramos con viejos amigos a los que vamos saludando, uno de ellos José Luis del grupo Sil, con el que rápidamente quedamos para realizar la travesía Sil de Perlas - Cueva de Valporquero al día siguiente .
Después de alojarnos y cenar algo asistimos a la proyección Aperturas en la isla de Reunión (por Fabien Salles) y al termino de esta nos fuimos a la cama, que al día siguiente era día de escuela.


El sábado 31 de mayo desayunamos y antes de la hora prevista aparece nuestro amigo con el traje de faena ya puesto, así que no retrasamos más la salida y nos vamos hacia Valporquero. Lolo ha pasado una mala noche por un fuerte dolor de espalda, le vamos dopando un poco antes de la entrada y le quitamos todo el peso posible para que no sufra su espalda. Hoy no trabajará nada,jeje. Dejamos un coche en la salida del barranco y con el otro subimos hasta la Atalaya, lugar donde acabamos de equiparnos.


Emprendemos el corto camino hasta la boca de Sil de Perlas, y cuando vamos a entrar nos alcanzan dos barranquistas más (Alex y Jesús Maria) que con el paso del tiempo acabaran haciendo toda la travesía con nosotros e incluso ayudarnos con algún trabón de la cuerda en los primeros rápeles.


Tras el precioso rápel volado llegamos al pequeño agujero del siguiente pozo, en esta ocasión me cuesta pasar mas que la vez anterior que hicimos la travesía, teniendo incluso que pisar la mochila para que pasara por el puñetero agujero.


El resto de la sima consiste en ir enlazando los pozos, situación que vamos realizando tranquilamente, charlando con nuestros nuevos amigos y con otro grupo que alcanzamos. Entre las muchas cosas que hablamos, Alex nos explica alguna característica de la nueva mochila de Rodcle (en breve saldrá al mercado) y que ellos llevaban probando algún tiempo.

                         

Llegamos al curso de aguas de Valporquero justo al paso de un grupo de una agencia de aventura, pero les sobrepasamos en cuanto se ponen a realizar un pequeño rápel que nosotros destrepamos, así ganamos tiempo para poder realizar alguna foto en la Gran Cascada.


Continuamos tranquilamente superando pequeñas cascadas y disfrutando de la cueva hasta llegar al paso de la M, en donde había atasco de gente. No quedaba otra que esperar y tomarse el asunto con calma.


Llegamos a la Covona y decidimos adelantar al grupo montando el rápel por la derecha, este es bastante más feo que la bajada por el agua, pero conseguimos superar a la agencia.


Ya tan solo nos queda por descender una última cascada, en donde hay gran acumulación de gente, para dar por concluida esta preciosa travesía.


Durante el corto retorno hasta el coche vamos pensando sobre la posibilidad de realizar otro descenso o irnos a comer a algún restaurante cercano. Al final decidimos no forzar la espalda de Lolo e irnos a probar la cecina de chivo y otras viandas, teniendo la tarde libre para darnos una buena ducha y asistir a las charlas de geología en los barrancos (por José Ortega) y una mesa redonda sobre seguridad en los barrancos.
Por la noche, después de una abundante cena, asistimos a la proyección Expedición Cañones en el Himalaya (por Jesús Maria Ayucar) y a un divertido sorteo en donde todos tuvimos nuestro premio. Al final con mucho retraso acumulado durante la jornada no tuvimos mucho tiempo para disfrutar del concierto, tan solo un par de cervezas y ya de madrugada a la cama.
      
                 

miércoles, 4 de junio de 2014

Barranco del Rucabao


Desde hacía algún tiempo teníamos en mente ir a conocer la parte superior del Barranco del Rucabao (la parte inferior la conocíamos de hace tiempo) pero por una u otra razón lo habíamos dejado en el olvido. El 24 de mayo por fin fuimos a conocer este arroyo de montaña sin mucha o ninguna información sobre él. Así que cargados con mucho material, por lo que nos pudiésemos encontrar, nos desplazamos hasta Rucabao (Vega de Pas) Alicia y yo.


Al llegar mantenemos una agradable conversación con Felix, un ganadero de la zona que nos aconseja sobre el mejor camino para subir hasta la Casa del Haya, lugar desde donde comenzaríamos el descenso. Después de un buen rato de charla le dejamos y comenzamos la aproximación con un cielo algo cubierto que hace que la temperatura sea muy agradable.


Sabíamos que el camino hasta la cabecera iba a ser largo, así que nos lo tomamos con mucha tranquilidad, disfrutando de los bellos rincones que nos ofrece esta bella aproximación, llegando a la cabecera del barranco después de 2 horas y 30 minutos.


Comemos algo antes de empezar con el descenso, y vemos como los primeros resaltes importantes no están equipados, se pueden destrepar por los costados (como hicimos) pero nos sorprende el no encontrar reunión alguna. También encontramos alguna pequeña cueva por el camino, entrando a echar un vistazo.


Llegamos a los primeros rápeles, superando un pequeño tramo engorgado en caliza.


A partir de este punto los rápeles se suceden casi sin tiempos muertos, lo más dificultoso es encontrar las chapas en muchas de las cabeceras, pues la maleza y el estado de oxidación que tienen hacen que sea complicado localizarlas. En una cabecera llegamos a sacar el espitador y al ir a hacer el agujero localizamos la reunión bajo la vegetación.


El  Barranco del Rucabao, abierto por miembros de la Asociación Espeleo - Montañera Trasmiera hace ya más de una década (según nos comentó otro vecino de la zona) discurre por terreno abierto en su parte superior, encontrando unos 14 rápeles aproximadamente, o eso más o menos realizamos nosotros, aunque creemos que alguna cabecera nos saltamos por no poder encontrar las reuniones.


Llegamos a la parte inferior, aquí el bosque hace apto de presencia envolviendo al río y volviendo el descenso sombrío. Ademas el día está empeorando y parece que al final lloverá.


Esta parte hoy nos parece fea (no recordamos muy bien que sensación nos causó el primer día) si bien tiene rincones bonitos, la pateada entre rápel y rápel no nos gusta nada, dando patinazos e intentando mantenernos en pie como podemos.


En esta parte inferior repusimos varios maillones en la primera visita, encontrándolos totalmente oxidados y en alguna ocasión casi tapados por completo por la vegetación, lo que nos indica que este descenso está muy olvidado.


Acabamos el descenso, por delante nos quedan 30 minutos de retorno hasta el coche que realizamos bajo una fina lluvia, dando por acabada esta larga y exigente jornada.