El acceso a la cueva es sencillo, permitiéndonos acercar sin demasiados problemas varias botellas de cava, sidra, mazapanes, uvas, etc. Pero antes tocaba realizar la visita a la cueva, visita que algunos dimos por concluida muy rápidamente, en cuanto vimos que la continuidad era por una zona de gateras bastante incómodas.
Los más valientes en cambio si decidieron introducirse por esa sucesión de gateras, inundadas en algún punto y conocer la cueva en su totalidad, mientras los demás comenzábamos a dar buena cuenta de los víveres.
Al regreso de nuestros compañeros (en las fotos se aprecia bien quienes entraron en las gateras) buscamos una pequeña sala en donde dar buena cuenta de todo lo que habíamos llevado, tomando incluso las uvas varias horas antes del fin de año.
La salida de espeleo no dio mucho de sí, pero fue la disculpa perfecta para pasar una agradable mañana junto con nuestros nuevos compañeros.
jajajaja buena fotos, feliz año
ResponderEliminarFeliz año! para ti también José Miguel.
ResponderEliminarSaludos.