Travesía Cueva del Agua - Pozo Nublau

Los días  6 y 7 de septiembre nos desplazamos hasta Asturias a pasar el fin de semana con nuestros amigos asturianos. La idea era realizar algo de actividad el sábado por la tarde y luego juntarnos los activos y los "sedentarios" para dar buena cuenta de una abundante barbacoa que prepararíamos.

Llegamos sobre las dos de la tarde a Arriondas, y después de dar tiempo a Lolo y Mur para que preparasen las cosas nos dirigimos hacia los Beyos, disfrutando de un magnifico día de calor.

Nos dio tiempo a realizar un par de descensos, uno con bastante caudal y agua muy fría, y otro algo más comercial que le pillamos bastante bajo, divirtiéndonos un rato en la construcción de presas humanas.

No nos quisimos entretener mucho y rápidamente volvimos hasta Arriondas, en donde ya nos esperaban Belén, Iris, Bego, Johana, David y Cuco para darnos un buen festín, aunque fuimos prudentes y nos cuidamos de cara a la siguiente actividad del fin de semana, la travesía de Cueva del Agua - Pozo Nublau.

De nuevo los cuatro activos, Lolo, Mur, Alicia y yo, nos desplazamos bien temprano hacia Bobia, notando mucho ajetreo durante el viaje por coincidir con una etapa de la vuelta a España, para realizar esta bonita y acuática travesía según nuestros compañeros.

Aparcamos junto al albergue, nos preparamos y Lolo y Mur se dirigen hacia el Pozo Nublau para equipar lo que será la salida de la travesía. A su vuelta nos ponemos en marcha, llegando en apenas unos minutos a la boca de entrada de Cueva del Agua, que en esta ocasión no hacia honor a su nombre y estaba completamente seca.

Un poco decepcionados por la escasez de agua nos adentramos en la oscuridad, enseguida encontramos el primero de los varios pozos que realizamos en el recorrido, en cuya base encontramos algo de agua que mojó el neopreno, cosa esta que agradecimos enormemente.

Uno a uno vamos superando los pozos y obstáculos de la travesía, comentándonos nuestros amigos que lo que otros días eran zonas de nado, hoy eran incómodos destrepes.

Durante el recorrido encontramos bonitas zonas, pero casi al final de la travesía encontramos una badina sifonada totalmente llena de basura y con el agua bastante podrida. No quedaba mas cojones que echarle "valor y palante".

Después de superar algún estrecho paso llegamos al bonito pozo Nublau, el por que pusieron ese nombre los exploradores estaba bien claro, una densa bruma envuelve la salida del pozo.

Emprendemos la subida hasta el coche por un terreno boscoso bastante pindio, unas cervezas bien frías nos esperaban en la furgoneta como premio al esfuerzo de la subida. Sin perder mucho tiempo volvemos hasta Arriondas con nuestros compañeros, nos juntamos todos para ir a comer a un restaurante de la zona y de esta manera dar por concluido este intenso y buen fin de semana.