Animados por la información de unos compañeros, que la jornada anterior lo hicieron con agua abundante, nos desplazamos hasta Estaroniello, previo pago al comienzo de la pista que da acceso al pueblo (3 euros) para poder circular por ella.
Allí dejamos el primer coche volviendo sobre nuestros pasos y subiendo hasta el comienzo del barranco, cerca del pueblo de Lamiana.
Nada mas entrar al cauce ya vimos que el agua que abundantemente había caído en jornadas anteriores había desaparecido tan rápido como vino. Si encontramos las pozas con algo de agua y muestras de que la jornada anterior si corrió el agua de manera más abundante.
Otra vez haríamos el descenso sin apenas agua. Ya en su día no salí muy contento con el descenso, y esta vez la cosa no cambió. Quizás el agua abundante le dé más vistosidad y belleza al descenso, seguro, pero creo que en mi modesta opinión este barranco no esta entre los mejores del pirineo.
La parte inferior y sobre todo los últimos rápeles son la parte más bonita de este descenso, que salvo cambio en mi manera de pensar no volveré a repetir a no ser que vea el agua corriendo en abundancia desde el puente de entrada.
Acabado el descenso nos despedimos de Jose y Marisol que ponían fin a sus vacaciones, decidiendo por nuestra parte cambiar de zona en busca de nuevas aventuras.
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