La mañana del sábado hacía buen tiempo, algo de frío, pero soportable. Nos llama Jesús y decidimos irnos de cueva, más en concreto a la Sima de la Mina Lobeto. Quedamos a las 12:00 horas en Puente San Miguel con él. Oscar y Naghy al final no van a poder venir.
Tomamos la carretera dirección Puente Nansa y en Puente el Arrudo cogemos el desvío hacia Cabanzón, para a los pocos kilómetros desviarnos hacia Otero. Allí mismo sale una pista por la que seguimos varios centenares de metros hasta que se pone intransitable para los vehículos, justo al lado de una caseta.
Son las 13:00 horas y decidimos ponernos a papear antes de entrar en la cueva. En esta ocasión vamos a probar las dotes culinarias de Chus, que como ha tenido bastante tiempo por la mañana nos ha preparado una tortilla española, por cierto, que aprobó con buena nota.
Terminamos de cambiarnos y continuamos por la pista, ahora andando y en apenas 20 minutos estamos en la boca de entrada, una galería de mina horizontal. Caminamos por ella descubriendo todos sus recovecos y observando que alguien ha estado picando en las paredes para sacar algún mineral, situación esta que no observamos en nuestra anterior visita. Volvemos sobre nuestros pasos y nos introducimos en la cueva natural a través de un pequeño agujero situado en un lateral de la galería minera, alcanzando el curso activo de un pequeño río. Continuamos descubriendo pequeñas salas fósiles, alguna de ellas muy concrecionadas que hacen que la visita sea realmente agradable. A Chus, que no conoce la cueva, le está gustando bastante, y eso que todavía queda el plato fuerte, ver la pequeña sala en donde se encuentran las tintadas azules.
Después de pasar un buen rato en esta sala, llega el momento de ir saliendo hacia el exterior, pero por el camino decidimos ir a conocer las otras dos entradas naturales a la cueva. Primero vamos hasta la sima Lobeto III, por un meandro activo en el que vemos varios murciélagos que nos sorprenden por su tamaño, suponemos que sean hembras que llevan una cría dentro. Llegamos a la sima, de unos 15 metros. Esta tiene un gran roble en su boca y por ella entra uno de los aportes de agua a la cueva. Continuamos hasta el exterior, para ir a visitar la boca de Lobeto II. A ella se accede desde la galería minera, haciendo una pequeña trepada, y se caracteriza por tener un gran arco de roca y una altura de unos 15 metros.
Son casi las 18:30 horas y damos por acaba esta visita a la Sima de la Mina Lobeto. Nos marchamos con muy buen sabor de boca para casa, y no lo digo por el pedazo de pincho de tortilla que nos metimos al llegar de nuevo a la furgoneta.
Mira q le tengo ganas de conocer esa cueva, buenas fotos y crónica
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