Cuando bajamos de la furgoneta hace un viento helador, que hace que Paula se piense dos veces el ir con nosotros a descender el barranco. Bueno, en realidad yo creo que todos pensamos lo mismo que ella, pero una vez que estábamos allí era de cobardes el no descenderlo. Además, la aproximación es "muy dura", tan solo hay que subir una corta cuesta de la carretera, meterse en el río y ya estamos en la primera cascada.
Realizamos este primer rapel de unos 10 metros y nos salimos del cauce para ir andando por un campo de cultivo (con mucho cuidado de no pisar la siembra) varios cientos de metros.
Pasamos una alambrada y nos volvemos a meter al río. Pronto el cauce se encañona y tras pasar una larga poza en la que soltamos algún que otro grito, y eso que no nos cubre por completo, llegamos al segundo rapel de 3 metros. Al realizar este rapel ya nos toca el mojarnos por completo, pues en su base hay una buena poza. Nos tenemos que rendir ..... ¡Ríndete Paula! ¡No luches!.....
Este barranco es muy asequible, no requiere mucho esfuerzo y posee rincones muy estéticos. Por contra decir que se hace muy corto, pero que como fue nuestro caso, para combinar con alguno de la zona viene genial.
Una vez nos hemos quitado el neopreno y estamos cambiados,damos por acabada esta buena jornada barranquista. Ya tan solo nos queda el regresar hasta nuestros hogares, en donde disfrutar de un merecido descanso.
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