Como aún teníamos tiempo y ganas, decidimos afrontar un tercer descenso en esta primera jornada animados porque la aproximación era tirarse (literalmente) desde el coche al barranco. A pesar de ser un barranco muy corto hubo quien prefirió guardar fuerzas para la siguiente jornada, pero por otra parte nos acompañó Carlos, recién llegado de Logroño.
Tras superar una zona de destrepes algo monótona volvemos a encontrar una serie de saltos, esta vez en un ambiente mas encajado.
Una zona de bonitas pozas y saltos nos llevaron a la rampa final, que en teoría se puede hacer como tobogán, pero nosotros no lo vimos muy claro y abandonamos el barranco por la derecha después de poco más de media hora de descenso, no teniendo que utilizar la cuerda en ningún momento.
En apenas 10 minutos llegamos al coche, desmontamos el "campamento" y emprendemos el camino de vuelta hacia Beceite, pero antes debíamos superar el tramo de pista embarrado que pasamos en la bajada de acceso al Canaletes. La verdad es que la situación la solventamos con rapidez, aunque más de una furgoneta parecía ir de rallye, saltando de cuneta en cuneta.
Al llegar al pueblo unas cervezas pusieron el fin a esta bien aprovechada jornada, quedando a la mañana siguiente para seguir conociendo los barrancos de la zona.
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