Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Rio de Castrejón (2ª parte .- El descenso)


Seis de la mañana del día 10 de Septiembre, oigo la sirena del curro que por fin me permite salir para ir a buscar a Alicia y posteriormente dirigirnos hasta Puente San Miguel, en donde a las siete y cuarto hemos quedado con Jesús, David y Carmen para ir a bajar el barranco del Río Castrejón, que tan esquivo nos fue el primer día que intentamos su descenso. Cuando ya estamos todos reunidos, comentamos la idea de subir por la pista desde Ledantes y así el evitar llevar dos coches, o bien volver a ir a la cabecera del barranco desde el Puerto de San Glorio, camino bastante duro que ya conocemos. Al final decidimos ir en un solo vehículo y subir por lo que intuíamos sobre el mapa que iba a ser una larga y fuerte subida hasta los Puertos de Riofrío.
Durante las dos horas de trayecto en coche hasta Ledantes intento dormir algo, pero las curvas del desfiladero de la Hermida no me lo permiten. Llegamos a Ledantes a las 9:30, le preguntamos a un lugareño cual era el camino hacia Riofrío, y este amablemente nos lo muestra, tan amable, que hasta nos cuesta alejarnos de él, en parte porque no quita el codo que tiene apoyado en la ventanilla de la furgoneta. Nos despedimos del paisano y a unos centenares de metros dejamos aparcada la furgoneta, junto al río de San Andrés y una señal que avisa de la prohibición de circular con vehículos a motor. Nos cambiamos y comenzamos a caminar por la pista que al principio va llaneando entre prados, para enseguida empezar a subir decididamente entre un bosque hasta los Puertos. El camino cada vez tiene más pendiente, y algunas rampas se hacen demoledoras, pero el esfuerzo se ve recompensado en parte porque tenemos unas vistas muy buenas sobre los macizos Central y Oriental de Picos de Europa. Tardamos aproximadamente unas 2 horas en subir hasta que el camino empieza a perder pendiente y se junta con otra pista que viene de Dobres. Aquí la pista nos da una tregua, pero aún nos queda mucho camino por andar.


Ahora la pista se dirige decididamente hacia la pared norte de Peña Prieta, que parece estar a nuestro lado, pero que se alza aún bastante lejos. Es en este trayecto, en el cual David y yo empezamos a pasarlo bastante mal, él porque viene de una baja y yo por no haber podido dormir nada. Nos fijamos como meta llegar hasta el pequeño refugio que hay en la divisoria con el Valle del Cubil del Can, para allí comer algo y reponer fuerzas. Durante este tramo de pista nos encontramos con algunos cazadores que circulaban con su todoterreno por la zona.
La llegada al refugio es con cuenta gotas, primero veo desde la lejanía como llega Jesús, luego Carmen y Ali, y David y yo lo vemos como un espejismo no muy lejano. Cuando llegamos al refugio comemos y bebemos hasta recuperar bien las fuerzas. Hemos tardado casi 3 horas y media hasta este punto y todavía nos queda otra media hora de camino descendente hasta la entrada en el río.

Son las dos de la tarde cuando hemos superado los primeros resaltes sin equipar del barranco, bajamos por una pedrera hasta el cauce, nos ponemos el neopreno y comenzamos, hoy sí, el descenso de este barranco.
El río comienza a descender entre bloques, hasta llegar al primer rapel de 15 metros, al que le sigue una serie de resaltes y un pequeño rapel de 1o metros. Poco después entramos en la primera zona estrecha del barranco con dos rapeles seguidos, el primero de ellos característico por el gran bloque que hay empotrado entre las paredes, seguido de otro de 8 metros.
Acaba el estrechamiento y continuamos con algún resalte y otros tres rapeles de 17, 10 y 35 metros (mayor vertical del barranco). Posteriormente nos encontramos un largo tramo de cauce horizontal (aproximadamente 750 metros) en el cual el agua se filtra, volviendo a surgir más adelante.
Superado este tramo, durante el cual hacemos una parada para beber y comer algo, nos encontramos con algún resalte no equipado que se puede evitar por los laterales, y llegamos a otra zona estrecha en donde nos encontramos cinco rapeles seguidos de 8, 30, 10, 15 y 20 metros respectivamente. Este pasillo es muy estético y de lo más bonito del barranco.
Después el barranco vuelve a abrir y nos encontramos con una serie de resaltes, alguno bastante difícil de superar, y algún rapel no equipado que se evita con mucho cuidado por la izquierda. Posteriormente nos volvemos a encontrar otra zona bonita y estrecha (en algún punto no mas de un metro y medio) con cuatro rapeles seguidos de 16, 20, 10 y 11 metros. Para llegar al anclaje del rapel de 20 metros hay un resalte bastante jodido por la derecha, así que nosotros decidimos alargar el rapel anterior y bajar con cuerda hasta la chapa.
Superada esta zona preciosa del barranco, el río se vuelve a abrir y nos encontramos con una zona de resaltes, algunos de ellos muy difíciles de superar, hasta llegar a la parte final del barranco con dos rapeles más de 16 metros cada uno. Superado este último rapel nos encontramos con otro sin equipar, pero que se destrepa con facilidad por un agujero que hay a la derecha. Nada más superar este resalte cogemos un sendero a nuestra derecha que entre helechos nos lleva a un prado cercano, lo atravesamos, cruzamos el Arroyo de La Viña y al poco rato salimos a la jodida pista que tan mal nos lo ha hecho pasar por la mañana. El camino ahora es descendente, pero aún así me cuesta caminar. Durante el barranco no he notado la falta de sueño, pero ahora sí que empiezo a notar la fatiga. Nos ha llevado el descenso unas 5 horas.
En apenas 30 minutos estamos en el lugar donde hemos dejado el coche, nos cambiamos y decidimos ir hasta la Vega de Liebana en donde poder comer unos buenos huevos con chorizo y tomar unas buenas cervezas para dar por concluida esta larga y buena jornada de barranco.

Como resumen decir que el barranco es muy deportivo, con 18 rapeles y muchos destrepes que también pudieran ser equipados para rapelar, bonito y estético, pero que dado lo difícil de su aproximación y lo aislado del lugar, sin ningún escape posible, hacen de él un barranco duro y exigente, no accesible a cualquiera.

1 comentario: