La idea para esta jornada era visitar la cueva de Font de Gaume. Esta cueva es un yacimiento arqueológico de época paleolítica situado en el pueblo de Les Eyzies, y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1979. Sus paredes tienen más de 200 grabados y pinturas magdalenienses siendo la última gran cueva decorada de Francia que presenta obras polícromas y pertenece abierta al publico. Las obras son comparables a las de Altamira o a las de Lascaux, aunque su estado de conservación es algo peor.
Así que después de desayunar nos desplazamos hasta Les Eyzies, en donde nos llevamos una muy grata sorpresa, cuando al salir Alan de comprar las entradas, nos dice que entramos por la cara, que la entrada es gratis. Todavía no se si fue por ser espeleólogos, era el día del espectador o por que carajo fue, pero nos alegro la mañana. Subimos las rampas que hay hasta llegar a la boca de la cueva, en donde esperamos que llegue el guía, que habla algo de español y nos comenta que conoce nuestra tierruca, y en especial las cuevas de Altamira y Puente Viesgo.
La cueva es un estrecho pasillo de aproximadamente 125 metros de longitud por 2/3 metros de ancho y una altura de unos 8 metros. A los pocos metros de entrar en ella el espectáculo es maravilloso, bisontes , mamut, uros, renos, etc, todos ellos perfectamente visibles a simple vista y no como en otras cuevas en donde te tienes que imaginar donde esta el animal. Gracias a las explicaciones del guía Jean Marie no perdemos ni un detalle de la gruta, e incluso sobrepasamos con creces el tiempo medio de la visita, visitando zonas que normalmente no enseñan al publico. En definitiva que hemos tenido mucha suerte y salimos encantados con la visita.
Pensamos entonces en ir a visitar La Maison Forte de Reignac, pero cuando llegamos a la puerta nos la encontramos cerrada. Parece ser que este país cierra casi por completo en invierno. Un poco cansados de dar vueltas en coche de un lado para otro, y no poder ver nada, decidimos ir a visitar la ciudad de Sarlat, en donde al fin los más cafeteros se pueden tomar un café. Damos un largo paseo por el pueblo, disfrutando de sus callejones medievales y sus grandes plazas, que la han hecho merecedora de ser una de las ciudades mas bellas de Europa.
Acabamos la visita y damos por concluida esta segunda jornada de viaje, ya tan solo nos queda regresar a nuestra casa de alquiler, en donde cenaremos todos juntos, para más tarde ir a tomar un merecido descanso. Y es que tanto coche de un lado para otro, añadido al no poder ver muchas de las cosas que nos proponíamos, hizo que nos cansásemos más que si hubiésemos ido a una cueva de 10 horas.
Pues bien y hay muy variadas
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