Presentación

Este es el blog de Carlos y Alicia, en donde os mostraremos las salidas a la montaña que realicemos solos o con nuestros compañeros y amigos.

jueves, 21 de febrero de 2013

Raquetada por Palombera

 
  
Por fin llego el día en el que el sol se dejo ver con fuerza, después de bastante tiempo en el que la lluvia y el frío habían sido los protagonistas. No podíamos dejar pasar la oportunidad que el buen tiempo nos brindaba y decidimos aprovecharla para ir a realizar una raquetada a la Reserva del Saja, mas en concreto a la zona alta del Puerto de Palombera. A la salida nos apuntamos Alicia, Belén, Carmen, Mónica, Chus y yo, comenzando a caminar a una hora muy tardía ( sobre las 12 del mediodía) pero como nuestros planes no eran muy ambiciosos, tendríamos tiempo más que de sobra.


Aparcamos nuestro coche en una zona ancha de la carretera que encontramos  libre de nieve, un poco más adelante de pasar la Venta Tajahierro. Al llegar a la pista que sale hacía la derecha y se dirige a Sejos nos calzamos las raquetas y  comenzamos a caminar  teniendo unas buenas vistas de la Venta  Tajahierro. Esta es un viejo caserón con muchos años de presencia en este lugar y que ya en el siglo XIII era la abadía de Santa María de Hozcaba, punto de acogida para los que transitaban por lo que fue calzada romana, ruta medieval y camino carretero. Al poco rato nos encontramos un llamativo peñón calizo que se conoce con el nombre de El Castrón y que se encuentra en el lado derecho de la pista. A continuación entramos en una amplia vaguada ocupada por el monte de El Bosco, con varios arroyos que van a parar a la canal del mismo nombre.

En poco tiempo pasamos por la Braña del Agua, en el centro de una cuenca, ocupada en su parte alta por un bosquecillo de abedules y serbales.


Seguimos subiendo por la pista principal dejando a la derecha la Braña de Bustandrán, que cae por una fuerte pendiente hasta cerca de la carretera. Desde esta altura tenemos el lujo de poder divisar a nuestras espaldas los montes de Pas con Castro Valnera, el Picón del Fraile y el Porracolina.


A continuación entramos en el Barranco de Ocejo, donde destaca un refugio a la izquierda de la pista y un poco elevado sobre esta. Como ya era hora de comer aprovechamos para ponernos manos a la obra y subirnos a comer al tejado, disfrutando de unas amplias vistas y comentando si nos volvíamos por el camino de ida o bien intentábamos realizar una ruta circular descendiendo por la Braña Reburdiajo y el Barranco de Ocejo. Al final esta fue la opción escogida, aún a sabiendas de que al llegar a la carretera de Palombera nos esperarían unas cuantos kilómetros por asfalto hasta el lugar donde habíamos dejado el coche.


Después de un buen bocata, cayeron arándanos, almendras, chocolate, etc, y el ponerse a caminar de nuevo costó bastante. Tras dejar atrás el refugio nos encontramos una larga curva a la izquierda, buscando a la derecha entre la gran cantidad de nieve acumulada la pista  que desde la Braña de Reburdiajo y en fuerte descenso nos llevó de nuevo al asfalto del puerto. Esta fue la parte más divertida de toda la ruta, pues con las caídas y resbalones en la abundante nieve nos echamos unas buenas risas.


Tocaba ahora la parte menos divertida, subir por la carretera  hasta el coche, ofreciéndose Chus y Alicia a subir a buscarlo mientras el resto esperábamos que algún alma caritativa les cogiera en su vehículo y los subiera hasta la Venta Tajahierro. No hubo suerte y tuvieron que andar los cinco kilómetros que nos separaban de la furgoneta a pie, como nos comentaron cuando llegaron a nuestro lado, ya anocheciendo y con una temperatura que iba bajando rápidamente. Nos cambiamos y rápidamente a la furgo a entrar en calor. De vuelta a casa paramos en Cabezón de la Sal a tomar algo y disfrutar durante poco tiempo de su peculiar carnaval, una semana más tarde que en el resto de los lugares.

              

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