Tras recuperar fuerzas después del descenso del Barranco de Sacs, nos aproximamos a realizar la ferrata del mismo nombre. Cruzamos de nuevo el puente sobre el río Ésera, girando a la izquierda para seguir el sendero PR-HU30 que se dirige a Benasque y llegar en apenas 10 minutos al comienzo de la ferrata.
La vía ferrata de Sacs tiene dos partes muy diferenciadas. En la primera de ellas se discurre por una amplia canal, con rampa y muy expuesta a la caída de piedra.
En general, la pared es bastante inclinada y esto nos permite ascender de forma rápida, haciendo la progresión algo aburrida.
Al llegar al muro final la cosa cambia, encontrando en ella los tramos más verticales y aéreos, aumentando la dificultad de la vía.
Hay tramos que nos obligan a apretar un poco, encontrando algún pequeño desplome, pero los superamos con facilidad.
Acabada la vía tenemos un largo y descendente retorno hasta la Central de la Ruda. En nuestro caso, cogimos un atajo bastante marcado que bajaba decididamente hacia el lugar donde teníamos aparcado el coche, a donde llegamos unas dos horas después de haber iniciado la marcha.
Esta fue nuestra última actividad por tierras aragonesas en este viaje, alargando un poco la noche del sábado y decidiendo volver el domingo (aprovechando que daban mal tiempo) a casa realizando algo de turismo.
Por fin, y ya era hora, pudimos disfrutar de un puente de semana santa bien aprovechado, con muy buen tiempo, a excepción del día de regreso que hicimos casi todo el viaje acompañados de la lluvia.
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