La Garganta del Calera esta excavada por el río Calera entre la población vizcaína de Lanestosa y la cántabra de Ramales de la Victoria, al abrirse paso entre las peñas calizas de La Mortera y El Moro.
Desde hacía mucho tiempo tenía este barranco en mi lista de pendientes, pero por una u otra razón siempre lo acababa posponiendo. Hasta que el pasado sábado 4 de agosto, aprovechamos una tarde amenazante de lluvia para ir a conocerlo.
Llegamos a Ramales (Alicia y yo) y dejamos el coche en el aparcamiento de la Cueva de Covalanas, para después volver andando por la carretera que se dirige hacia Lanestosa. A escasos metros y antes de llegar a un prado, encontramos la forma de bajar al cauce del río, que habitualmente se encuentra seco. Tras superar algún destrepe llegamos bajo el puente que hay para entrar a Covalanas, y en él nos encontramos una poza de agua estancada en donde habría que montar un pasamanos recuperable para evitarla. Pero cuando nosotros llegamos al lugar nos encontramos una agencia de aventura de Ramales, que amablemente nos dejaron pasar por el pasamanos que ellos habían instalado.
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Superado el pasamanos nos encontramos una cueva a la derecha (el barranco equipado sigue de frente) que es por donde pasa el agua cuando circula por el río. Como sabíamos de la existencia de esta cueva y llevábamos linternas, decidimos hacer una incursión en ella, encontrando gran cantidad de troncos y basura empotrada a gran altura, dándonos una idea de como se pone el asunto cuando hay riada. Se puede hacer una travesía subterránea que nos dejaría en la base del rápel más largo del descenso, pero si la hacemos nos perdemos la parte más encajada y bonita del barranco, así que volvemos a salir por la boca superior y continuar con el descenso.
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Nos volvemos a encontrar con los chicos de la agencia de aventura en un pequeño primer rápel, y tras hablar un rato con ellos, los superamos destrepándolo. A continuación tenemos dos rápeles más, siendo el segundo de ellos el más bonito y espectacular del descenso. Este rápel nos deja en una amplia zona llena de ramas secas y a nuestra izquierda vemos en lo alto la boca inferior de la cueva, que en caso de llevar agua el río lo devolvería a la base de dicho rápel en forma de cascada.
Otro rápel más y nos salimos de la zona encajada para afrontar ahora un gran caos de bloques, entre los que encontramos mucha basura y en donde montamos un par de rápeles más.
Nos empieza a caer alguna gota de lluvia, así que decidimos no bajar hasta el puente y nos salimos a nuestra izquierda por un pequeño bosque, aunque no lo hicimos por el camino correcto y nos tuvimos que pegar con alguna zarza para poder llegar a la carretera. Cuando nos estamos cambiando en el coche llega uno de los chicos de la agencia de aventura, que nos comentó que para salir bien hay que tener como referencia un poste eléctrico, situado más abajo de donde nosotros salimos.
Como resumen decir que el barranco no es gran cosa, aunque tiene lugares muy bonitos un poco estropeados por la grand cantidad de basura que te encuentras en el descenso, pero esta bien y da juego para pasar un par de horas.
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